Anda el país preocupado por dos asuntos capitales: esa minucia de la deriva económica y el atractivo sexual de José Mourinho, flamante entrenador del Real Madrid, el hombre -con mayúsculas- que llevó al Inter a la gloria de la Champions y que lleva casi al paroxismo a la escritora y polemista catalana Pilar Rahola, encantada que está con el «culito» del técnico y el «punto salvaje» que ella le encuentra a este portugués canoso y de ego bien dotado.

Desde luego, viendo la foto que ilustra esta sección, no cabe duda de que el culito de Mourinho tiene un punto salvaje, está que lo rompe, no hay forma de meterlo en cintura, es del todo una trasera indomable. Resulta que a tan humilde entrenador se le rompieron las costuras del pantalón durante la celebración con sus chicos del Inter de la victoria en la Liga de Campeones. Si Rahola dice que este culito está para pagarle unas vacaciones en Torremolinos, pues será verdad. Pero a este gacetillero le recuerda más bien a una sandía pintada de gris marengo. ¿Es sexy o sólo está irritado Mou?