Los desprendimientos de tierra y las balsas de agua obligaron ayer a cortar numerosas carreteras en la región. Los más importantes se registraron en la carretera nacional N-634 entre Llovio y Triongo, la AS-260 en Arriondas, la AS-246 en Noreña, la AS-231 en Lena, la N-632 a la altura de Soto del Barco, la AS-242 en Mieres y la AS-236 en Candamo, por el desbordamiento del Nalón.

También se vieron interrumpidas las comunicaciones ferroviarias. La línea más afectada es la de Feve entre Asturias y Cantabria, interrumpida desde el martes por el derrumbe de un puente en Soto de Dueñas. Delegación del Gobierno explicó que el corte se prolongará varias semanas. Además, la comunicación ferroviaria con la Meseta se desarrolló con dificultades debido a corrimientos de tierra en Lena.

Un total de 150 bomberos, voluntarios de Protección Civil, 300 agentes de la Guardia Civil, y los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, 60 en Arriondas y 18 en Pravia, trabajaron ayer coordinados para atender las incidencias. En las carreteras trabajaron 300 efectivos de las brigadas de mantenimiento y conservación.