Oviedo,

R. L. MURIAS / L. Á. VEGA

Los 78 ayuntamientos de Asturias son demasiados, desde el punto de vista de la eficiencia en la gestión económica, para el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, pero son los necesarios para el presidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), Juan Fernández Pereiro, que ni se plantea la posibilidad de reducir el número de municipios y menos por una cuestión económica, que es la que esgrime la FADE para pedir fusiones de municipios.

Asturias, en relación a otras regiones, no tiene muchos ayuntamientos. La provincia de Teruel es la que más municipios tiene por habitante: un ayuntamiento por cada 614 vecinos. Muy lejos de esta cifra está el Principado, con un concejo por cada 13.898 asturianos. Sostiene Pereiro que es «necesario preservar la identidad municipal y considerarla como un valor para el territorio». El presidente de la FACC añade que puestos a revisar las administraciones en España basándose sólo en motivos económicos, «sería aconsejable valorar también la idoneidad del mapa autonómico». Pereiro apuesta por no suprimir. «Hay que mancomunar y apoyar la gestión municipal», aseguran desde la FACC.

La idea lanzada por Severino García Vigón no ha sentado nada bien entre los concejos menos poblados de Asturias, porque saben que serían los primeros en desaparecer. «Vigón habla con la grandilocuencia del que vive en la gran ciudad, pero lo cierto es que a nadie se le va a ocurrir eliminar a Gijón o a Oviedo. No tiene sentido que para ahorrar costes se quiera terminar con los pequeños municipios, que tenemos las cuentas saneadas y en donde, los que estamos en política, lo hacemos casi por amor al arte», asegura el alcalde de Santo Adriano, Carlos de Llanos (PSOE). Igual de tajante se muestra el regidor Yernes y Tameza, el concejo menos poblado de Asturias con 185 habitantes. «Es una idea aberrante. Las administraciones locales son las que dan los servicios de primera mano a los ciudadanos y son necesarios. Además, no se le puede pedir a un vecino de nuestro concejo que pase a formar parte de Grado, que, por cierto, está a más de veinte kilómetros de aquí», asegura el regidor de Yernes y Tameza, el popular José Ramón Fernández, que añade que la idea de Vigón es «quitarle al pobre para darle al rico».

El socialista José Antonio García Braña, alcalde de Villanueva de Oscos, tampoco «ve ninguna necesidad de unificar concejos, no estamos gestionando mal y se acabaría de machacar a la zona rural». La misma postura mantiene el regidor de Boal, José Antonio Barrientos (PSOE), «la propuesta generaría recelos entre la gente de los municipios que entrarían a formar parte de otros mayores y además se ahorrarían pocos puestos administrativos».