Oviedo, R. L. M.

Las mancomunidades nacieron en Asturias con la idea de que los concejos pudiesen optimizar recursos y colaborar. Sin embargo, son muchos los entes supramunicipales que fracasaron. Pero sea éste el modelo a elegir para aunar fuerzas entre concejos u otro, los alcaldes apuestan por colaborar entre administraciones locales antes de que algunas tengan que desaparecer. «El problemas de las mancomunidades es que lo que es de todos no es de nadie y en muchos casos han resultado un fracaso. La solución para hacer más rentables los concejos no es sencilla, pero suprimir municipios es una idea que no se puede plantear así como así, exige un análisis muy profundo», advierte el alcalde de Noreña, el socialista César Movilla.

Entre estos proyectos mancomunados que fallaron están el matadero de Jarrio, de la mancomunidad occidental; los problemas económicos entre Santa Eulalia de Oscos y Villanueva por compartir los servicios sociales o el fracaso de la mancomunidad del suroccidente, donde hay una guerra abierta por el uso de maquinaria.