Oviedo

Un médico le dijo a Daniel Rodríguez que sería importante que hiciese deporte para ampliar su capacidad pulmonar, para luchar contra el asma. Dicho y hecho. El joven gijonés se apuntó al gimnasio y decidió hacer «spining», un deporte que combina el entrenamiento aeróbico con la bicicleta. Daniel Rodríguez se hizo querer en el gimnasio y cuando le propusieron dirigir la clase casi no le dio tiempo a pensar «¿por qué no?». Ya estaba encima de la bicicleta enseñando al grupo. Estuvo tres años dando clase y, aunque dice que ahora ya no está en forma, sigue teniendo buenas energías para seguir, como fan número uno, a uno de sus grandes ídolos musicales, Bruce Springsteen. «Estábamos en Madrid, acabábamos de salir del concierto y mis amigos me dijeron si quería ir a Barcelona a verlo otra vez al día siguiente. No tenía ropa, no había avisado en casa pero dije "pues voy"», cuenta Daniel Rodríguez. Springsteen le da fuerza, le gusta como suena su guitarra. Daniel tiene varias en casa. «A mí me encanta la música», asegura. Ahora que puede decidir dónde sentarse, sabe que, como en casi todo, donde mejor se ve el concierto es en primera fila, justo donde mejor se aprende a leer. Cuando el «Boss» vuelva, Dani estará delante del escenario.