Gijón, M. C.

«Es un parón en toda regla. Llamarlo de otra forma es un eufemismo». Así definió ayer el presidente de la patronal asturiana, Severino García Vigón, la situación de las obras de la Autovía del Cantábrico, que él mismo sufrió como usuario el pasado domingo, cuando permaneció «más de una hora en la rotonda de Muros de Nalón», en un viaje en el que sólo vio a unos pocos operarios trabajando en la construcción de un viaducto.

Vigón se quejó por la situación de las infraestructuras asturianas durante la inauguración de una jornada de la Asociación de Jóvenes Empresarios en la Feria, acto en el que coincidió con el próximo candidato del PSOE a la Presidencia del Principado, Javier Fernández. El dirigente socialista le replicó poco después, cuando visitaba las instalaciones de HC en el recinto ferial: «Bueno, dijo que había visto unos cuantos trabajadores en las columnas. No sé si eso es una percepción visual suya, por lo visto, cuando venía de Occidente hacia Gijón, pero no creo que esté paralizada», señaló el líder de la FSA sobre la crítica de Vigón.

Javier Fernández se mostró «convencido» de que la Autovía del Cantábrico no llegará a paralizarse, porque son los «mayores cuellos de botella» del Principado. El líder socialista hizo este comentario tras la decisión de Zapatero de reconsiderar su plan para recortar inversiones en infraestructuras.

Momentos antes, Severino García Vigón había insistido en sus valoraciones sobre las infraestructuras asturianas, señalando que «somos una isla en la cornisa cantábrica».

En el mismo sentido que Vigón se pronunció el presidente de AJE, Pablo Juncel, para quien es «fundamental» acelerar los trabajos de la Autovía del Cantábrico y de la variante de Pajares, ya que en caso contrario «se entorpecerá el desarrollo económico del Principado, lo que llevará a más desempleo».