Oviedo, Sara ARIAS

Las «casas rodantes» en Asturias están en problemas. Los turistas que viajan en autocaravana se han encontrado este verano con muchas dificultades para moverse y descansar en la región. El Principado prohibió este año el aparcamiento libre interviniendo en un debate existente entre empresarios del camping y autocaravanistas. Para ello, el Gobierno regional pensaba tener en junio de 2010 áreas de estacionamiento habilitadas para estos vehículos, las cuales deberían estar dotadas de agua, electricidad y saneamiento por parte de los ayuntamientos, así como un sistema de control de usuarios con pago y un límite de estancia de 48 horas. Pero pasado el verano tan sólo existen dos de estas superficies, una en Cangas de Onís y otra en El Entrego, así como en el concejo de Cudillero, donde un restaurante habilitó una de estas zonas.

Los autocaravanistas se quejan. Tal es el desagrado de los usuarios de las «casas rodantes» que la Federación Española de Autocaravanas ha presentado un recurso en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra el artículo aprobado por el Gobierno regional porque piensan que es «demasiado restrictivo, no estamos al nivel de otros países europeos, pero Asturias es un lugar hostil», según explica Manuel Munera, presidente de la FEAA. También la Plataforma de Autocaravanas Autónomas considera esta ley de turismo «restrictiva, nos están persiguiendo y como asociación tenemos unas asesorías jurídicas y ya hemos ganado todas las denuncias presentadas porque no hay argumentos legales», declara Luis Paños, de la PACA.

Cuenta Paños que «a las tres de la mañana vienen las autoridades muchas veces con malos modales y gritándonos para echarnos». Asimismo, añade que son los autocaravanistas quienes juegan con «la ley en la mano», pues «existe una instrucción del Ministerio de Interior y la Dirección General de Tráfico en la que se considera la autocaravana como un vehículo y en la que se nos da el derecho a que mientras lo que pasa dentro de la autocaravana no trascienda fuera es exactamente igual que si estás durmiendo en un coche».

Es en este punto, el de la pernocta, donde los autocaravanistas apuntan hacia «intereses sospechosos de los empresarios del camping». Paños afirma que «los dueños de los campings nos quieren como clientes obligatorios, pero no entienden que nosotros vamos por libre, en tal caso podríamos ser clientes potenciales, pero nunca obligatorios». Además, Paños considera que «los propietarios de los campings cuando se reúnen con el Gobierno pinchan sobre el tema y aseguran que las autocaravanas cuando están aparcadas en la calle están acampando, y no es así».

Por eso, los autocaravanistas demandan que «se creen al menos tres áreas con servicio de agua y desagüe en puntos estratégicos de Asturias, al igual que pasa en toda Europa u otras regiones de España», solicita Paños. También desde la FEAA reclaman este servicio. Además, aprovechando la nueva conexión del puerto de Gijón con Nantes, la FEAA ha enviado un comunicado al Ayuntamiento solicitando la creación de un área especializada para estos turistas sobre ruedas, pues consideran que «es necesario y potenciaría el uso turístico de la autopista del mar».

No sólo se trata del «acoso» al que aseguran que se ven sometidos en Asturias, sino que consideran que estas medidas restrictivas van en contra de la región, pues «sin áreas habilitadas para autocaravanas y con todas las prohibiciones en la vía pública lo único que hacen es conseguir que no vengamos de vacaciones a Asturias o que pasemos de largo», comenta Paños, de la PACA. Munera, de FEAA, también advierte esta tendencia: «Una de las mejores formas de promoción es el boca a boca y en este sentido está siendo perjudicado el turismo».

El enfado de los autocaravanistas con las medidas del Principado de Asturias va en aumento. Más al ver que no hay cambios en la legislación ni se crean áreas habilitadas para su uso y disfrute. Así, las asociaciones de autocaravanistas están planteando sobre la mesa una medida más drástica: el boicot. «Se ha intentado evitar porque uno de los objetivos es promover el turismo en todo el territorio nacional, pero llega un momento en que tendremos que recomendar que no se visite Asturias», asevera Munera. También Paños, de la PACA, apoya esta medida. «Nos consideran turismo peor que el de alpargata y no se dan cuenta de que son unas vacaciones de nivel medio-alto y que dejamos mucho dinero en los restaurantes por donde pasamos», expresa Paños.

Así pues, las asociaciones de autocaravanas están totalmente en contra de las medidas llevadas a cabo por el Principado y este malestar ha llevado a los autocaravanistas a fomentar entre sus socios que no viajen a Asturias, incluso a los viajeros venidos de Europa. El Gobierno asturiano y los colectivos de autocaravanas deberán ponerse de acuerdo para que todo vuelva a ir sobre ruedas.