Resulta que en la Consejería de Medio Rural van a trasladar a Madrid la próxima edición del Salón Internacional de la Sidra (Sicer), cuyas dos primeras ediciones, en 2007 y 2009, fueron en Gijón. A la tercera, en el Principado han caído en la cuenta de que en esta feria ideada para promocionar la sidra asturiana las sidras que más acapararon la atención del público fueron otras de fuera, tal y como reconoce el consejero Aurelio Martín.

Por lo visto, ahora parece que el salón Sicer fue un fiasco, pero, al consultar las notas oficiales que se emitieron tras aquellas dos primeras ediciones, parece que el salón había sido un acontecimiento planetario casi equiparable al anuncio que Leire Pajín hizo del encuentro ZP-Obama. En la primera edición, una responsable del Principado aseguraba: «Hemos tenido un problema de éxito». En la segunda edición el Gobierno regional titulaba: «Se ha mejorado el éxito de la primera edición», y además añadía que se habían generado «tres millones de euros en difusión internacional de la sidra». Eso sí, no se precisaba si la sidra «difundida» había sido precisamente la nuestra. Vaya. A la vista de cómo están prestigiando los vascos su sagardoa en los medios internacionales, ironiza el Consejero diciendo que le saldría «mucho más barato» invitar a periodistas extranjeros a pasar una semana en Asturias que «invertir en promocionar y en la modernización del sector». Vale, pero si sale más barato y a los vascos les está rentando tanto, ¿por qué no lo hace? ¡Écha-yos un culete, ho!