Oviedo, J. ORDÓÑEZ / E. P.

Primero a medio gas, por la decisión de rebajar a 110 kilómetros por hora la velocidad máxima en autopistas y autovías, y ahora también a media luz. El ministro de Fomento anunció ayer un plan especial para reducir en un cincuenta por ciento el gasto en la iluminación de la red estatal de carreteras, una medida que supondría un ahorro de sólo 12,5 millones de euros. José Blanco explicó que la iniciativa forma parte de las medidas de eficiencia energética que va a poner en marcha el Gobierno de manera inminente, entre las que también se cuenta la limitación de la velocidad máxima en vías de alta capacidad. Los recortes en la iluminación afectarán a «todas las carreteras de la red nacional», si bien los contenidos concretos del plan se conocerán «próximamente», según indicó el titular de Fomento, durante una comparecencia para valorar el resultado del laudo arbitral sobre el convenio colectivo de los controladores de vuelo.

La decisión de reducir el gasto en la iluminación de las carreteras llega después de que Fomento haya llevado a cabo en los últimos años una importante inversión para dotar de luminarias a las principales vías de la región. Así, por ejemplo, con un presupuesto de más de dos millones de euros, ejecutó la iluminación de diversos tramos de la «Y», entre ellos los enlaces de Serín, Tremañes, Tabaza y Lugones, donde se instalaron cerca de medio millar de farolas. Además, entre 2008 y 2009, el Ministerio puso numerosas luminarias en tramos de la Autovía del Cantábrico (A-8), por ejemplo en el entorno de Pola de Siero, y, con un gasto por encima de los tres millones de euros, también procedió a iluminar los enlaces de la Autovía de la Ruta de la Plata (A-66) situados a la altura de Pola de Lena, Mieres, Cardeo, Olloniego, Soto de Ribera, Las Segadas, Otero, Cerdeño y Matalablima. La decisión de Fomento de actuar en las principales vías de la región respondió a peticiones de expertos y de las asociaciones de conductores. Según algunos estudios, por la noche se producen en torno al 35 % de los accidentes con víctimas. A juicio de los especialistas en seguridad vial, una correcta iluminación reduce considerablemente la siniestralidad.

En la intervención en la que anunció los recortes en la iluminación de la red estatal de carreteras, el Ministro también se refirió al nuevo límite de velocidad. Según dijo, se trata de una medida «excepcional» por «la situación que se está produciendo en los principales países que suministran petróleo a España», pero garantizó que «el Gobierno trabaja para que dure el menor tiempo posible». El titular de Fomento añadió que el cambio en la señalización para informar del nuevo límite se realizará «con el coste ya indicado» de unos 250.000 euros, lo que supone, a su juicio, un importe «irrelevante» si se compara con los 2.500 millones al año para mantener la red de carreteras.

Por su lado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, coincidió con Blanco al asegurar ayer que la nueva limitación es una medida «temporal» para ahorrar energía y que espera que dure «lo menos posible». El jefe del Ejecutivo añadió que «no se trata de algo tan grave llegar 10 o 15 minutos más tarde por reducir la velocidad en 10 kilómetros por hora».

También se refirió ayer a este asunto el ministro de Industria, Miguel Sebastián, para asegurar que la medida permitirá una reducción del consumo de petróleo de 18 millones de euros, lo que supone un tres por ciento del total de barriles importados. Sebastián precisó que el 15 por ciento de ahorro del que habló el viernes el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, es para los automovilistas.

Frente a la postura gubernamental, el secretario de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Asturias, Alberto García Llana, señaló que reducir el límite de velocidad es «un nuevo impuesto directo que crea el Gobierno» y que va a conllevar el incremento de sanciones en un intento de recuperar lo que se perdió en 2010 con la huelga de «bolis caídos». García Llana incidió en que «no se entiende que en España se haga lo contrario de otros países europeos, como Alemania, donde hay autopistas con límite de 130 kilómetros por hora y otras sin limitación». Asimismo, subrayó en que «si lo que quiere el Gobierno es ahorrar, debería promover que no haya atascos, que es donde se quema más combustible».