Dos y media de la tarde. Chispea en Avilés. Un BMW color negro aprovecha un hueco libre en la zona azul de la avenida de los Telares y de su parte trasera sale la Infanta doña Elena acompañada de Fernando Garrido, director general del Instituto de Acción Social de la Fundación Mapfre, jefe, amigo y, según algunos medios de la prensa rosa, nueva relación sentimental de la Duquesa de Lugo. Los dos, junto a otras once personas ligadas a la empresa aseguradora, tenían mesa reservada en la sidrería Casa Lin.

«¿De verdad que es ella?, ¿pero qué hace aquí?», preguntaba con incredulidad una de las pocas avilesinas que consiguieron cruzarse con la Infanta durante los poco menos de treinta segundos que tardó en cambiar de acera para acceder al restaurante. La respuesta se la dio doña Elena a LA NUEVA ESPAÑA: «He venido por motivos de trabajo», señaló.

No es la primera vez que coinciden fuera de la oficina la duquesa de Lugo y Fernando Garrido. Ambos, junto a otros amigos y compañeros de trabajo, suelen salir a cenar y a tomar copas por Madrid con cierta frecuencia, aunque la Casa del Rey siempre ha desmentido que exista una relación entre ambos. En la comida de ayer -celebrada en el llagar de la sidrería avilesina- los trece invitados compartieron mesa durante cerca de dos horas. Para abrir boca, los comensales compartieron zamburiñas, percebes, almejas y navajas y de segundo eligieron todos virrey, todo regado con sidra y vino. Para bajar la comida, la Infanta se tomó un té verde.

Los guardaespaldas comieron juntos, a unos metros de la mesa de la Infanta. Según pudo saber este periódico, los directivos de Mapfre departieron de manera informal durante algo más de dos horas. Tras los postres, la Infanta y Fernando Garrido salieron del llagar para volver al BMW. La duquesa de Lugo y Garrido se detuvieron en el arcén ante el paso de un camión procedente de la factoría avilesina de Saint-Gobain. Inmediatamente después, el coche de la Infanta y de su jefe dejó su plaza en la zona azul de Los Telares con dirección al aeropuerto de Asturias. La Duquesa de Lugo tenía que entregar ayer por la tarde los premios nacionales de deportes en El Pardo y no faltó a la cita. La visita de la Infanta a Avilés fue visto y no visto.