Presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas de España

Oviedo, María José IGLESIAS

Ana María Pérez del Campo, licenciada en Derecho, presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas de España, nació en Madrid, aunque sus raíces familiares están en Noriega (Colombres), donde siempre ha pasado los veranos. Asegura que se siente asturiana y presume de los reconocimientos recibidos en la región. La Asociación de Mujeres Valdés Siglo XXI la eligió «Valdesana del año» en 2005. En 1995 la tertulia feminista «Les Comadres», de Gijón la nombró «Comadre de oro». Recientemente estuvo en Asturias para la entrega de la «Comadre» de este año, que recayó en la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso. En el acto coincidió con su gran amiga, la ex vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega. En 1974, Pérez del Campo fundó la primera asociación de mujeres separadas que hubo en España. Ella misma tardó nueve años en separarse. Cuenta que su marido la maltrató psicológica y físicamente desde que se casaron en 1956.

-Cuando usted fundó la primera asociación de mujeres separadas la mirarían como un bicho raro.

-Imagínese la situación en aquella España en la que no había siquiera ley del divorcio. Más de diez millones de mujeres eran amas de casa y dependían económicamente de sus maridos. Yo tardé nueve años en separarme porque los tribunales prolongaban el proceso deliberadamente para que las mujeres volviesen al redil. Me casé en 1956 y él me maltrató desde el principio.

-La Junta General del Principado acaba de aprobar una ley de igualdad para la región. Después de casi 40 años que lleva en la lucha feminista, ¿se ha conseguido la plena equiparación entre hombres y mujeres?

-La igualdad que yo persigo y por la que he luchado toda mi vida es la laboral y social. Desde el punto de vista legal y normativo, sí hemos avanzado, pero no está todo conseguido. Es importante que haya leyes que protejan a la mujer y que se cumplan. La iniciativa asturiana me parece estupenda.

-¿A la mujer se la discrimina por el mero hecho de serlo?

-La mujer, ahora, ocupa puestos importantes y asume responsabilidades. Ahora bien, determinar en qué condiciones lo hace es otra cosa. Hay una igualdad que se proclama sobre el papel y otra que no cala de forma efectiva en la vida diaria de las mujeres.

-¿Entonces las políticas de igualdad y la ley Integral Contra la Violencia de Género vigente en España desde 2004 no son mecanismos suficientes?

-La ley de igualdad efectiva entre hombres y mujeres es más teórica que real. Ante todo yo defiendo los derechos de «las humanas», es una cuestión de justicia. Hemos conseguido una ley nacional para erradicar la violencia de los hombres contra las mujeres y ante esa situación los sectores machistas de la sociedad, que son pocos pero bullangueros, han emprendido un movimiento en contra. Surgen obstáculos que hay que ir salvando para conseguir que la ley se cumpla.

-Aumentan los casos de violencia machista, pero también proliferan las denuncias de mujeres. En Asturias se registraron 1.703 en 2010, frente a las 1.361 del año anterior. ¿Qué está pasando en la sociedad?

-Cada vez que se absuelve a un maltratador o no se cumple una orden de alejamiento los agresores se envalentonan. Pueden engañar al juez pero ellos saben lo que han hecho. No se conforman con una absolución. Todo esto da lugar a ataques más violentos contra la mujer.

-A la difunta Carmen Ordóñez el juez le dijo que no daba el perfil de mujer maltratada cuando quiso denunciar al que era entonces su marido, Ernesto Neira. ¿Todas las maltratadas no son iguales ante la ley?

-No existe un perfil de mujer maltratada. Tener eso claro es fundamental. Mientras el maltrato se quedaba reducido a las clases más desfavorecidas no pasaba nada. Lo malo es que cuando las cosas cambiaron se hizo más difícil explicarlo. A la mujer se la agrede, incluso cuando en la pareja ya no hay nada en común, ni siquiera bienes. Si encima ella se permite el lujo de dejarle, pues todo empeora.

-Licencia imperdonable y hasta causa de muerte para algunas?

-Eso de «la mate porque era mía» no es sólo una frase. Es completamente real y vigente en nuestra sociedad.

-¿Y el maltrato psicológico?

-La víctima depende del maltratador de tal modo que justifica su comportamiento. Es una espiral peligrosa de la que muchas veces sólo se puede salir con ayuda.

-¿Se presentan tantas denuncias falsas como señalan algunos colectivos masculinos?

-Es una vieja polémica. De 530 sentencias analizadas sólo un 0,01 por ciento se han estimado falsas. El porcentaje de denuncias aún es muy bajo y el nivel de protección hacia las demandantes aún no es el óptimo. Cuando se aprobó la ley en 2004 había 14.000 denuncias. Ahora se han multiplicado por diez.

-¿Se lleva al hombre a los tribunales para obtener ventajas en un proceso de divorcio?

-En casos de separación y divorcio el hecho de que una mujer denuncie no le da ni más derechos ni una pensión más alta. Ni cobran indemnización ni se acelera el proceso. No veo dónde está la ventaja de interponer una denuncia falsa. Tal vez es que algunos quieren cargarse la ley Contra la Violencia de Género. Es la primera norma a la que se han planteado más de 600 recursos de inconstitucionalidad. Es significativo.

-Los hombres también se quejan de que no se les concede la custodia de los hijos. ¿Los padres están marginados?

-Es cierto que las mujeres obtienen la custodia en un alto porcentaje de casos, pero es que solamente un 25% de los hombres la solicita. El 80% de los hombres con profesionales liberales que se divorcian no paga las pensiones de manutención. Me parece patético que ahora se escuden en la crisis para no pagar las pensiones.

-¿La custodia compartida es la solución menos mala?

-Eso ya trató de resolverlo Salomón hace siglos y no pudo. El niño no se parte por la mitad. No puede cambiar permanentemente de referente educativo. Debe tener un hogar estable. Yo no me opongo a que se otorgue la custodia a un hombre si se lo merece. Educar a un hijo es una responsabilidad que lo trasciende todo, una hipoteca del tiempo libre y una gran preocupación. Durante siglos, mientras nosotras hacíamos eso, ellos despegaban en sus profesiones.

-¿Qué papel social desempeña la Federación que preside?

-La Federación tiene 300.000 socias. Atendemos a mujeres que no tienen recursos. En 1974 fue difícil, pero no se crea que ahora es más fácil. Cuando se aprobó la ley del divorcio en 1981 nadie tuvo en cuenta que en España había diez millones de amas de casa. Ahora son tres millones. Los problemas actuales son el impago de las pensiones y las diferencias salariales. Ellos ganan más.

-Es buena amiga de la ex vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega. ¿Le hubiera gustado que siguiese en el Ejecutivo de España?

-La marcha de María Teresa Fernández de la Vega ha sido una gran pérdida para el Gobierno y para las mujeres. Su trayectoria ha sido una continua defensa de los derechos de las féminas.

-¿Qué representa Asturias en su vida?

-Ésta es una tierra a la que quiero mucho. En Colombres están mis raíces familiares. Además, la asociación que tenemos en la región es muy dinámica. Lleva a cabo una importante labor de asesoramiento y atención a las mujeres asturianas que demandan sus servicios. Muchas de ellas no tienen a quién acudir.

«La ley de violencia de género es la primera que recibió más de 600 recursos de inconstitucionalidad»

«Cuando el maltrato quedaba reducido a las clases más desfavorecidas no pasaba nada»

«Durante siglos, mientras nosotras cuidábamos a los niños ellos despegaban en sus carreras»