El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) instalará cien nidos artificiales a lo largo de la costa de Asturias con el objetivo de atraer a parejas reproductoras de águila pescadora. Un ave que ya no se reproduce en Asturias porque las últimas parejas desaparecieron a mediados del siglo pasado.

Así lo avanzó ayer el presidente de este colectivo ecologista, Roberto Hartasánchez, durante la presentación de este proyecto que pretende recuperar el águila pescadora en el Principado. En la actualidad, se han contabilizado tres ejemplares de águila pescadora que pasan el invierno en tierras asturianas, y el FAPAS espera que con esta iniciativa Asturias vuelva a tener a esta especie como reproductora. «Trabajar por la biodiversidad de la región es trabajar por Asturias», recalcó Hartasánchez, como objetivo principal de esta iniciativa.

Como se explicó ayer durante la presentación, este proyecto se asemeja a otros llevados a cabo durante los últimos años en países como Alemania, donde se ha constatado un aumento de la existencia de águilas pescadoras reproductoras. «La idea es instalar reclamos y señuelos para que los animales que pasan por aquí durante su migración puedan instalar aquí su nido», apostilló el presidente del FAPAS.

Según afirmó Hartasánchez, en Asturias hay refugios para estas aves, además de alimento. Ahora, matizó, «solamente falta que puedan contar con un nicho ecológico donde poder asentarse». Para instalar un centenar de nidos artificiales a lo largo de toda la costa asturiana, el FAPAS utilizará ejemplares longevos de eucaliptos y otras especies. En este sentido, se pidió la colaboración de particulares y empresas para poder instalar estas estructuras. Ence, una de las empresas colaboradoras en esta iniciativa, apoyará el proyecto con 15.000 euros y cederá árboles para poder instalar los nidos que servirán como reclamo a las águilas. Estos árboles deben ser lo suficientemente altos como para que los animales controlen todo el entorno. El FAPAS seguirá instalando postes en la región para que los animales puedan comer sin problemas. Los tres ejemplares de los que se tiene constancia en Asturias acuden a hibernar a la ría del Eo, la ría del Nalón y la de Villaviciosa. La última que ha sido marcada con un anillo fue la del Eo, un proyecto que ha terminado en polémica.