Oviedo, Raquel L. MURIAS

A la empresaria Kike Gómez Haces se la llevó un tumor cerebral en abril del año pasado, a los 55 años. Pero ayer tarde estaba muy presente en el salón de actos del Colegio de Médicos de Asturias, en Oviedo. La fundadora de la Asociación Empresa-Mujer (Asem) y de la Escuela Europea sigue muy viva en el recuerdo de todos los que tuvieron la suerte de conocerla. Por eso no quedaban huecos libres en el acto de presentación del libro «Kike Gómez Haces: la fuerza del nosotras», que glosa su figura desde muy variadas perspectivas.

El acto fue emotivo, pero no hubo lugar para la tristeza. Era el momento de ensalzar el legado de una trabajadora nata, con visión de futuro, que supo mantener su vitalidad y sus proyectos hasta el final con su proverbial insistencia. «Cuando le decía que en la Consejería no teníamos dinero, me decía que mirase bien y que volvía en tres meses para ver si al final había encontrado algo», explicó ayer el consejero de Economía, Graciano Torre, durante su discurso al hablar de la labor asociativa de Gómez Haces al frente de Asem, la gran plataforma asturiana de promoción de la labor empresarial de las mujeres. «Kike Gómez Haces dejó huella en el mundo, en las personas y en mí», aseguró el Consejero.

Esa huella se hará, además, patente en el callejero de Oviedo. El alcalde ovetense, Gabino de Lorenzo, anunció ayer -a través de una carta que leyó la concejala de Seguridad Ciudadana de Oviedo, Conchita García, en la cena que se celebró tras la presentación del libro- que la empresaria contará con una calle en la ciudad en recuerdo de su «bien hacer».

Kike Gómez Haces nació en Puebla (México) en 1954 y con siete años retornó al Principado junto a su familia, originaria de Porrúa (Llanes). Al poco tiempo de llegar a Asturias su padre falleció y su madre tuvo que apostar fuerte para sacar adelante a sus cinco hijos, dos de ellos disminuidos psíquicos. Gómez Haces estudió Periodismo en la Universidad de Navarra, pero aunque trabajó de «freelance» en esta profesión, pronto supo que quería ser empresaria. Y lo consiguió. «Era una emprendedora nata, con una energía fuera de lo común», ensalzó ayer el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, que también estuvo presente en el acto de presentación del libro. «Gracias, Kike», remató Vigón su discurso emocionado.

Había que restar melancolía al acto y subrayar un carácter que no pasaba desapercibido y que tendía a exagerar las cosas buenas de la vida. Para Kike lo bueno era «superbueno» y la gente amable era «superamable». Ella era una mujer superlativa. «Una mujer completa que fue capaz de domar su carácter temperamental hasta convertirlo en alegre y amable. Siempre con una sonrisa», recordó Nuria Chinchilla (profesora del IESE Business School, Universidad de Navarra) durante su intervención. Con esa misma sonrisa sale en la portada del libro Kike Gómez Haces, con el mismo semblante que la acompañó hasta el final.

Pero la fundadora de la Asociación Empresa-Mujer no fue sólo una emprendedora ejemplar, fue una de esas mujeres que se tomaron muy en serio la lucha porque otras emprendedoras como ella ocupasen el puesto que les correspondía por derecho en las empresas y en la sociedad. Pero si en una cosa no era Kike exacerbada era en su feminismo. «No era radical», matizó Nuria Chinchilla. También tuvo palabras emotivas para Kike Gómez Haces, María Antonia Álvarez, actual coordinadora general de Asem que recalcó que «era una defensora de compartir el espacio con los hombres por una cuestión de justicia social».

Entre aplausos y con una enorme fotografía de una sonriente Kike Gómez Haces presidiendo el salón de actos, Carmen Casal, editora de este libro de retazos y que recopila más de ochenta testimonios de quienes compartieron con la empresaria ovetense su vida, quiso hacer otro apunte de la edición de esta historia vital y profesional de una mujer de personalidad arrolladora: «ha sido una tarea supergratificante», enfatizó exagerando el término en recuerdo de la que también fue su amiga.

También tuvo un sentido recuerdo para Gómez Haces la consejera de la Presidencia, Justicia e Igualdad, María José Ramos, quien anunció que leería su discurso, ya que temía emocionarse demasiado si no había renglones que le marcasen el paso. «Era fuerza, tesón, tenacidad, ganas. Una mujer de sonrisa cálida y enérgica que no se cansaba de defender que no se pueden desperdiciar talentos», afirmó.

La asociación que Kike Gómez Haces fundó junto a Carmen Rodríguez quiso volver a sentir la fuerza de Kike cerca, y por eso se ha publicado este libro, que no es una biografía al uso, sino que recoge cómo el resto del mundo veía, sentía y escuchaba a Kike. «Ella tenía una gran capacidad de liderazgo que conseguía, no que la gente hiciese lo que ella decía, sino que todos quisiesen hacer lo que hacía Kike», apuntó Nuria Chinchilla.

En su tímido discurso y sin querer restar protagonismo a Kike, Carmen Rodríguez, que estuvo codo con codo con ella en la fundación de una asociación, que cuenta con una red virtual de 1.600 mujeres y con 300 socias, sólo quiso añadir que el libro «es un buen regalo». Un premio casi tan agradable como el que fue para todos los que se reunieron ayer en el homenaje a Kike Gómez Haces, poder conocerla. «Estamos superpreparadas y somos superfuertes», declaró María José Ramos, que ayer parafraseó y volvió a echar de menos a Kike en la foto de familia.