Oviedo, Raquel L. MURIAS

Mientras en Asturias el Gobierno socialista del Principado apuesta por un horno con capacidad para quemar 420.000 toneladas de basura al año, un proyecto que apoyaron PSOE y PP en la Junta de Gobierno de Cogersa con 100 votos a favor, 12 en contra y una abstención (la del alcalde de Degaña de IU), en Galicia, aunque los populares que gobiernan en la Xunta son partidarios de construir el segundo horno de residuos en la comunidad, el PSOE se opone frontalmente. Los socialistas gallegos aseguran que no tienen información sobre el proyecto y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) tampoco defiende la quema de basuras.

Galicia tiene una planta incineradora, en Cerceda (La Coruña), con capacidad para 550.000 toneladas de basuras al año, pero el horno se quedó pequeño desde el principio, y la idea de los populares era levantar una segunda instalación en Ourense, para incinerar todas las basuras que no se pueden quemar en la planta ya existente. Pero en Galicia los socialistas no mantienen la misma postura que en Asturias y dicen no a la incineradora. El alcalde de Dozón (PSOE), Adolfo Campos, donde se pretende levantar la planta de tratamientos, aseguró la semana pasada que están «totalmente desinformados del proyecto» y asegura que la planta acabará con la agricultura de la zona donde se ubique. Sin embargo, el PP insiste en que la quema de basuras es la mejor solución y que hay que evitar siempre el vertedero como modelo a seguir.