La irrupción de Cascos ha propiciado el mayor descalabro de la historia a socialistas y populares, que cosechan sus resultados más bajos. Además el PSOE, aunque Asturias es la única región donde es la fuerza más votada en las municipales, perderá dos grandes alcaldías que gobernó siempre: Gijón y Mieres. Este fuerte giro se explica también en el tirón que ha experimentado la participación, que ha superado el 67,15 por ciento, seis puntos porcentuales por encima de la registrada en los comicios de 2007. Se trata, si se exceptúan las votaciones de 1995, de la participación más alta registrada en unas elecciones autonómicas.