Oviedo, M. J. I.

Las patatas del Occidente, sobre todo las del área de Grandas de Salime, que aspiran a una marca de calidad europea, se han salvado, por el momento, del efecto de las inclemencias meteorológicas. A tenor de las valoraciones de los agricultores de la zona, la cosecha apenas sufrirá merma, siempre y cuando las próximas semanas permitan al fruto acometer el proceso de maduración definitiva.

Una de las razones estriba en que en el área suroccidental la niebla y la humedad no han sido tan intensas como en el centro de la región, según explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA Mercedes Cruzado, ganadera y agricultora grandalesa y secretaria general del sindicato COAG en Asturias. Actualmente, debido en buena parte a las condiciones favorables de clima y suelo que ofrece Asturias para la producción de patata, se está tratando de recuperar su cultivo, especialmente en áreas tradicionales y con aptitudes idóneas para producir patata destinada a mercados de calidad, con posibilidades de marcar diferencias, según señala el investigador del Serida, Miguel Ángel Fueyo. El experto indica que la demanda de patata en el mercado para usos gastronómicos «de diseño» se está incrementando. Además, los precios de venta de la patata han experimentado llamativos aumentos.