Tapia de Casariego, T. C.

La empresa minera Astur Gold planea aumentar su concesión aurífera en Tapia de las 433 hectáreas actuales hasta las 3.198 hectáreas (o, lo que es lo mismo, 31,98 kilómetros cuadrados de superficie). Este incremento supone convertir a casi la mitad del concejo tapiego en suelo de uso minero; no en vano, la extensión del municipio es de 65,99 kilómetros cuadrados. En el paraje tapiego de los lagos de Silva (Salave) se halla el mayor yacimiento de oro de Europa.

Pese a que la compañía Astur Gold ha dado por aprobada la ampliación de la concesión, a través de un comunicado de prensa hecho público el lunes, las fuentes consultadas ayer por LA NUEVA ESPAÑA aseguran que lo único que está en marcha es un trámite de solicitud de investigación. Al menos ésa es la información de la que dispone, vía Consejería de Industria, el equipo de gobierno de Tapia. El Principado pospuso ayer cualquier tipo de valoración hasta el día de hoy. La Consejería de Industria, de la que depende la decisión, aún está dirigida por parte del equipo del anterior Ejecutivo socialista, ya que desde Foro Asturias aún no han nombrado a los nuevos responsables de áreas como la Dirección General de Minería y Energía.

El alcalde de Tapia, Manuel Jesús González, «Cuco», se puso ayer en contacto con dicha Dirección General, donde confirmaron al Ayuntamiento el inicio de los trámites, pero no su aprobación. Por este motivo, el regidor acusa a la compañía aurífera de emitir «informaciones sesgadas e interesadas».

Según la información hecha pública por el regidor, lo único cierto es el inicio de un trámite mediante el que Astur Gold pretende «obtener permiso de investigación sobre cien cuadrículas mineras, que equivalen a unos treinta kilómetros cuadrados de extensión». El alcalde tapiego explica que, como todo trámite, exige un plazo de información pública y alegaciones: «Cuando llegue al Ayuntamiento, lo estudiaremos y haremos las alegaciones oportunas. No se tomará ninguna decisión a la ligera, ya que estamos hablando de ampliar la concesión minera a casi el cincuenta por ciento del concejo», precisó.

En el comunicado hecho público por la compañía -que ayer evitó hacer valoraciones- se incluyen declaraciones del consejero delegado Cary Pinkowski, quien asegura que la supuesta ampliación «es un paso importante con vistas a aumentar las actividades relacionadas con el desarrollo de la mina y la posible expansión de los recursos».

El caso es que la ampliación de la concesión, en torno a los lagos de Silva, donde se ubica el yacimiento, favorece los planes de la minera, que ahora plantea explotar el oro mediante una galería subterránea. No en vano, la ampliación les permite incorporar bajo el epígrafe de suelo de uso minero la zona de terreno donde proyectan construir la planta de tratamiento de mineral, en la parroquia de Tol. El plan que actualmente maneja la minera es explotar el yacimiento de Salave (que cuenta con 1.680.000 onzas de oro localizadas) mediante una galería subterránea de 2,7 kilómetros de longitud que comunicaría el entorno de los lagos de Silva con la planta de tratamiento, donde se incluye la planta de lixiviación.

Desde la plataforma vecinal Oro No, que canaliza la oposición a la apertura de una mina en Tapia, se mostraron «sorprendidos por la poca seriedad de la empresa y su imprudencia en determinadas cuestiones». Asegura Oro No que su intención de ampliar la concesión minera posee la «suficiente importancia» como para que el Principado ofrezca información y aclare el asunto públicamente. Además, advierten de que esta posible ampliación de la concesión pretenda «dar cobertura a los sondeos geotécnicos que la compañía solicitó el año pasado en un terreno que estaba fuera de su concesión». Y es que a finales de 2010 la minera solicitó permiso para explorar el terreno donde podría ubicarse la galería. No obstante, según los vecinos, seis de las siete catas planteadas se ubicarían fuera de la concesión.

El caso es que la situación de la mina de Tapia es compleja. El pueblo está dividido entre quienes consideran que la explotación del yacimiento generará empleo y riqueza para el concejo y quienes aseguran que la mina destruirá el paisaje, la calidad de vida de los vecinos y afectará a otras actividades económicas como la ganadería o el sector turístico.