Oviedo, Raquel L. MURIAS

El Gobierno saliente de Principado negoció con el Ministerio de Medio Ambiente el desarrollo de un proyecto «Life» (cofinanciado por la Unión Europea), en el que se pretendía «trasplantar» al Pirineo cuatro osos pardos cantábricos. El proyecto, en el que están involucradas varias regiones, ascendería a 22 millones de euros y está pendiente de que la UE le dé el visto bueno. Aunque en el documento no se precisaba si la comunidad de la que se sacarían los osos pardos para llevarlos al Pirineo sería Cantabria o Asturias, todo hace pensar que la región donante sería el Principado, ya que es la comunidad que cuenta con una mayor población osera.

Este proyecto se debatió, bajo el más absoluto secretismo, en los despachos de la Dirección General de Biodiversidad y Paisaje, que dirigía el ya cesado Félix García Gaona. En él participan Galicia, Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón y Cataluña. En esa reunión con el ex director general de Biodiversidad también estuvieron presentes representantes de la Fundación Oso Pardo. Ahora, el recién estrenado Gobierno del Principado, que encabeza Francisco Álvarez-Cascos (Foro Asturias), tiene la última palabra sobre el asunto, ya que este proyecto «Life» todavía no se ha presentado en Bruselas.

Los proyectos «Life» se crearon en el año 1992 y reciben financiación de la Unión Europea para desarrollar acciones de envergadura orientadas a la conservación de la naturaleza. Para que estos proyectos cuenten con el apoyo de Bruselas tienen que pasar, primero, la criba del Ministerio de Medio Ambiente.

En el Pirineo, los plantígrados que habitan hoy la zona son osos pardos europeos que fueron reintroducidos a través de un proyecto «Life» y que trasladó a ejemplares desde los Balcanes, concretamente desde Eslovenia. Ese proyecto de recuperación del oso en los Pirineos descartó en su día que los osos que se utilizasen para repoblar los montes pirenaicos procediesen de la cordillera Cantábrica (aunque las dos poblaciones fuesen del mismo linaje), debido a que había pocos ejemplares.

El proyecto para la recuperación del oso en los Pirineos comenzó en 1996. Sin embargo, se calcula que en la actualidad habitan entre 20 y 30 ejemplares en las montañas pirenaicas, con lo que las expectativas para la recuperación del oso se han truncado en esta zona.

En Asturias y en la cordillera Cantábrica las cifras de futuro del oso pardo son más optimistas, pero aún queda mucho por hacer, sobre todo en la población oriental. La llamada población occidental del oso pardo se distribuye por el alto Sil leonés, parte de Lugo y Asturias y aquí es donde el último censo llevado a cabo ofrece los datos más optimistas; se han contabilizado unos 150 osos.

Sin embargo, en la población oriental o subgrupo oriental, que se extiende entre la provincia de Palencia y la comunidad autónoma de Cantabria, sólo viven como mucho 50 ejemplares. De hecho, se lleva tiempo debatiendo si es necesario o no hacer un cruce artificial entre las dos poblaciones, pero de momento no se ha llevado a cabo. El Principado siempre se negó a hacer trasvases de ejemplares, incluso dentro de la cordillera Cantábrica. Uno de los motivos que les llevó a mostrarse extremadamente cautelosos con la captura de osos fue la muerte del oso «Cuervo» durante un programa de radiomarcaje, que dirigía la propia Administración regional.

«Lara» ofrece buenos datos. La osa, en la imagen, que apareció malherida con una enorme dentellada en un costado en abril en la localidad de Larón, en Cangas del Narcea, continúa a sus anchas por el monte desde que el pasado viernes fuese reintroducida a su medio natural para volver a vivir en libertad. La osa pasó más de cuatro meses recuperándose de sus heridas en el centro de recuperación de la fauna salvaje de Sobrescobio y al menos, de momento, parece que no tiene ninguna gana de volver a vivir con los humanos. Sigue feliz en el monte.

En 1996

Se decidió que había que tomar alguna medida para recuperar el oso pirenaico en la zona, justo cuando la especie estaba ya a punto de desaparecer. En esa fecha se descartó llevar osos pardos cantábricos de la Cordillera porque las censos poblacionales eran también muy bajos en Asturias.

El mismo linaje

Aunque se descartó en 1996, el trasvase de osos en aquella fecha podría haber tenido sentido, ya que el oso pardo cantábrico y el pirenaico tienen el mismo linaje, con lo que al cruzarlos se recuperaría la población autóctona.

Osos foráneos

Al no lograr cerrar el acuerdo para llevar osos de la cordillera Cantábrica se decide llevar a los Pirineos osos procedente de Eslovenia. El oso vuelve a poblar los Pirineos, pero ya no será el oso autóctono de la zona nunca más.

El fallo de Francia

El Gobierno francés se había comprometido a llevar a cabo este año una nueva reintroducción de animales en el Pirineo, pero finalmente este proyecto se descartó. Es entonces cuando se plantea presentar esta idea de llevar osos desde la cordillera Cantábrica dentro de un proyecto «Life» que financiaría la UE.