Oviedo, Raquel L. MURIAS

Una de las formas de hacer más rentable una planta incineradora de basuras, igual que la que el Gobierno del Principado proyecta levantar en Serín y que quemará la basura de los 78 concejos asturianos a partir de 2015, es incinerar basura de fuera y cobrar una tasa por ello. Una opción que al menos el Gobierno saliente, el que presidía Vicente Álvarez Areces (PSOE), siempre descartó hacer en Asturias.

La empresa Tirme, que gestiona la planta incineradora de Mallorca (de 450.000 toneladas), similar en capacidad a la que se construirá en Serín, ha recibido una oferta desde Nápoles para quemar la basura de la ciudad italiana. Esta opción permitiría a la incineradora mallorquina embolsarse unos diez millones de euros y abarataría el coste de quema de la tonelada de basura insular en 25 euros, según cálculos de la propia empresa.

La ciudad italiana lleva años arrastrando un grave problema, ya que no consigue dar tratamiento a la basura que generan los habitantes de la ciudad del Vesubio, unas 1.300 toneladas al día. Las autoridades locales napolitanas han enviado a Tirme su propuesta de quemar basura en la planta mallorquina. En concreto, Nápoles derivaría a la incineradora mallorquina unas 4.000 toneladas semanales, en principio, durante seis meses. Las 100.000 toneladas de residuos se transportarían desde Nápoles a Mallorca por barco y llegarían a la isla a partir de septiembre, coincidiendo con el fin de la temporada alta de turismo en la capital balear y que provoca un descenso importante de residuos en la isla. La planta de Tirme se encuentra en verano a un 90% de su capacidad, sin embargo, en invierno, la incineradora baja su capacidad de quema al 30%. De momento, Tirme se ha mostrado partidaria de aceptar basura de Nápoles y advierte, además, que este servicio se cobraría a la ciudad italiana, con lo que se abarataría el recibo de los isleños. Tirme registró esta solicitud en agosto, pero la consejera insular de Medio Ambiente no se mostró favorable a la operación por considerar que iría en detrimento de la imagen turística de la isla.

Mucho se ha hablado en Asturias de la posibilidad de que la futura incineradora de Serín, proyectada con una capacidad final de 420.000 toneladas, asumiese basura de otras comunidades. Aunque el anterior Gobierno siempre negó esta posibilidad, lo cierto es que la UE permite el tratamiento de basuras y su transferencia entre diferentes regiones o países. Además, el Plan de Gestión de Residuos de Asturias sí prevé la posibilidad de traer basuras de otras regiones al Principado. Un trasiego de basuras que quizá tendrá que acabar haciendo el Principado a la inversa, si la incineradora no se levanta para dar relevo al vertedero que está a punto de llenarse. Una posibilidad que hasta el anterior consejero de Medio Ambiente, Buendía, consideró como «probable».