Oviedo, R. L. M.

La crisis ha conseguido dar una buena noticia a los ecologistas, que se oponían a la construcción de una segunda planta incineradora en la ciudad de Barcelona.

La Generalitat ya no considera prioritario este proyecto, incluido en el plan territorial de infraestructuras de residuos municipales que el tripartito aprobó a finales del año pasado, y según explicó el director de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), Josep María Tost, «en las circunstancias actuales quizá no sea tan necesaria».

Además, Tost explicó que se va a revisar todo el plan de gestión de residuos de la ciudad. El director de la ARC asegura que con la crisis el escenario ha cambiado: hay menos residuos industriales y de construcción, se ha incrementado la tasa de reciclaje y la construcción de ecoparques también ha contribuido a esta nueva realidad, explicó.

Así, Barcelona apuesta por reciclar más y quemar menos. De hecho, es en algunos concejos de Cataluña donde se registran las tasas de reciclaje más altas de toda España, alcanzando cifras en torno al 80 por ciento cuando en Asturias a penas si se pasa del 10 por ciento.