Oviedo, L. Á. VEGA

El caso de Eva Hache, la presentadora y humorista de televisión acosada e insultada en Twitter por un agricultor malagueño de 22 años, que ya se había metido en problemas parecidos con otros personajes de la televisión como Risto Meijide y Andreu Buenafuente, ha vuelto a poner sobre el tapete el problema de los delitos a través de internet, especialmente los que se cometen en el marco de las redes sociales. El Grupo de Investigación Tecnológica de la Jefatura Superior está detectando un importante aumento de los delitos de este tipo, cifrado en el 20 por ciento, según fuentes policiales.

Las principales infracciones que se están detectando tienen que ver con los insultos y las vejaciones en la red, la usurpación de perfiles en las redes sociales y todas las variantes de acoso que se pueden dar en la red, como el denominado «grooming», la extorsión de carácter sexual de la que son víctimas sobre todo los menores de edad.

Las fuerzas de seguridad están realizando un gran esfuerzo para dotar a los adolescentes de medios y cauces para defenderse de este tipo de delitos. Tanto la Policía como la Guardia Civil están presentes en las principales redes sociales, como Facebook, Twitter y, sobre todo, en Tuenti, la red social especialmente dirigida a los adolescentes y en la que pueden darse mayores problemas. En esta última, además, hay una cuenta del «Plan Contigo», una iniciativa de las fuerzas de seguridad en la que se ofrece todo tipo de ayuda a las potenciales víctimas de este tipo de delitos. Y es que, como señala una fuente policial, muchos menores no son conscientes de que los insultos y el acoso a compañeros a través de la red son un delito que se persigue con todas las de la ley.

En Asturias se han conocido algunos casos en los últimos tiempos que ilustran los problemas que se están generando. Hace poco fue juzgada una joven ovetense de 18 años que había usurpado la fotografía de una chica de su edad para crear un perfil en Facebook, a través del cual contactó con otros jóvenes de su edad. Según relataba la víctima, fue reconocida por la calle por algunos de los jóvenes con los que la otra chica mantenía conversaciones. Esta situación de indefensión le provocó una gran ansiedad. El asunto se cerró con una pequeña multa para la infractora. Más recientemente, fueron juzgados tres jóvenes por acceder al correo electrónico de una amiga, cambiar su contraseña, suplantar su identidad y enviar mensajes a sus conocidos con la información obtenida tras acceder a su cuenta de correo.

En caso de ser víctima de un acoso como el sufrido por Eva Hache, las fuerzas de seguridad aconsejan dirigirse a Comisaría para presentar la correspondiente denuncia, pero siempre puede utilizarse la vía por la que la presentadora denunció los hechos, a través de las cuentas de @Policia y @Guardia Civil. El efecto de los mensajes fue inmediato, aunque la humorista fue conminada a presentar denuncia.

A partir de ese momento, la actuación de las fuerzas de seguridad siempre es la misma, se solicitan mandamientos judiciales con fin de solicitar a las operadoras la dirección IP (la etiqueta numérica que identifica el elemento de conexión de un ordenador) desde la que se ha cometido el presunto delito. En caso de que esta dirección IP esté en el extranjero se solicita una comisión rogatoria, esto es, una comunicación oficial de un juez a una autoridad judicial extranjera para que ésta ejecute un acto de instrucción o practique otra diligencia.