Oviedo

Mañana, sábado, LA NUEVA ESPAÑA lleva a los quioscos el último CD de la colección de la zarzuela que viene entregando cada sábado desde hace un mes.

En sólo unas semanas, la colección se ha convertido en uno de los mejores regalos para estas Navidades, por eso, todos los lectores que no hayan conseguido completarla, o que quieran comprarla al completo sólo tendrán que hacer una reserva en su quiosco habitual. En esta quinta entrega las bandas de música de Langreo, Gijón y Oviedo, el «Coro Santiaguín», el «Coro Reconquista», la Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo» con la soprano solista Yolanda Montoussé completan un disco de lujo que abre el magistral tenor asturiano Marcelino del Llano, de quien este año se cumple el 110.º aniversario de su nacimiento.

Marcelino Pérez del Llano nació en la aldea de Tamallanes de Abajo, en el concejo de Tineo, el 30 de julio de 1901, en el seno de una familia campesina y humilde, teniendo que emigrar muy joven a Cuba, donde ejerció diversos oficios y ocupaciones mientras su afición musical y sus dotes naturales para el canto le llevaron al poco de llegar a integrarse en la Sociedad Artística Gallega y en el Orfeón del Centro Gallego de La Habana, del que pronto será su solista indiscutible. Debutó como cantante lírico en 1927 en el teatro Martí de La Habana, con tal éxito que pronto se le escuchará en los mejores teatros de la isla, seguido de suculentas giras por toda Hispanoamérica. En el año 30, alcanza gran éxito como primer tenor en la zarzuela «La pícara molinera», obra asturiana basada en la novela de Alfonso Camín «La Carmona»; los ecos triunfales del cantante tinetense llegan hasta España.

Viene a la madre patria en 1933 con la compañía cubana de Guillermo Cases, estrenando en Barcelona y Madrid la zarzuela de ambiente colonial «La Virgen morena», en el elenco también participa el barítono asturiano Marcos Redondo. De gira por toda España, con ésta y otras zarzuelas, actuará por primera vez en el teatro Campoamor de Oviedo el 9 de agosto de 1934, en un Gran Festival Lírico que rinde homenaje al barítono asturiano Augusto Ordóñez, junto a la soprano Maruja González y la soprano dramática de origen cubano Carmita Burguete, acompañados al piano por los maestros ovetenses Luis Ruiz de la Peña y Manuel del Fresno. El mismo espectáculo lírico será llevado al teatro Dindurra de Gijón el día 24 del mismo mes.

Unido sentimental y profesionalmente a la pianista y cantante tiple América Otero, la pareja vivirá toda la Guerra Civil en Madrid, integrándose en el colectivo cultural El Altavoz del Frente, junto a otros artistas, para llevar a los teatros populares y al frente de guerra lo más granado del repertorio zarzuelero, así como interpretar a viva voz en los micrófonos de Unión Radio las «canciones de guerra» con letras de Luis de Tapia, Bacarisse, Avellán o Grané; destacan las interpretaciones que Marcelino hace en «Canto a la marina», «Caballería roja», «Canto a Valencia».

En 1940, el tenor de Tineo se integra en la gran Compañía Lírica titular del teatro Calderón, elenco que gobierna el maestro Moreno Torroba. La presentación se hace el sábado 17 de febrero, inaugurando la temporada con «Luisa Fernanda» en la función de la tarde y «Marina» a las 10.30 de la noche, debutando junto a Pepita Embil (madre de Placido Domingo) Antonio Medio, Conchita Miralles, Chano González, Plácido Domingo (padre), Manuel Gas? Vuelve a Asturias en septiembre de 1942 a Los Campos Elíseos de Gijón, para representar el éxito del año que le trae encumbrado como protagonista, «Black el payaso», controvertida opereta de Sorozábal.

Otros éxitos del tenor asturiano le vienen de la mano de notables interpretaciones protagonistas en «Loza, lozana», de Romero y Fernández; «La canción del Ebro», póstuma de Colongue Reoyo y Guerrero, «Tiene razón don Sebastián»?

Así hasta 1947, año en que el matrimonio Del Llano-Otero emprenderá una gira americana precedida de una escala portuguesa en Lisboa. El reencuentro y las proposiciones profesionales de sus antiguos conocidos cubanos le van a asentar definitivamente en la isla caribeña. Aquí realizarán actuaciones por todos los grandes teatros isleños, dedicándose a partir de los años 50 a la docencia musical, primero en la ciudad de Santiago, luego en la Escuela de Canto de Cubanacán en La Habana.

En 1962 es cofundador, junto a lo más selecto y destacado de la música culta cubana, del Teatro Lírico Nacional de Cuba. Entre sus muchos alumnos, cabe citar, algunas figuras universales del cine o la televisión americana, que llegan hasta hoy día, Ramón Zamorano, Susy Oliva, Ela Calvo, Blanca Varela, Panchito Naya?, incluido alguno de los cantautores de la Nueva Trova Cubana.

Marcelino del Llano falleció en La Habana, el 20 de junio de 1976, siendo enterrado en el cementerio de la ciudad, donde aún se conserva su tumba, su esposa le sobrevivirá muchos años.

Una lápida en forma de libro abierto, sobre el «osario» donde fueron depositados sus restos, en el cementerio Cristóbal Colón de La Habana perpetúa su recuerdo y memoria y el cariño infinito de su viuda y discípulos con estas letras esculpidas en la piedra:

«E. P. D. / ex Cantante / y Profesor / Marcelino / del Llano / 20-6-76. // Recuerdo de / tu esposa que / nuca te olvida y de / tus alumnos / más queridos»

La grabación con la que se abre este quinto y último disco de la zarzuela es una de las pocas que se conservan del tenor tinetense, recuperada ahora y remasterizada, muestra las enormes cualidades del tenor, al que sus compañeros siempre catalogaron como gran cantante lírico y aún mejor persona.

Completan la presente edición, la Banda de Música de Langreo, dirigida por Juan Ferriol Cardo, que junto al «Coro Santiaguín y el «Coro Reconquista» que dirige Ángel Gallego, interpretan «Ay mi morena», de la zarzuela del maestro M. Torroba «Luisa Fernanda». La Banda de Música «Ciudad de Oviedo», bajo la dirección de Francisco Vigil, interpreta el intermedio de «Las bodas de Luis Alonso», del maestro G. Giménez; y «Amigos, siempre amigos», de «Los Gavilanes», de Jacinto Guerrero, junto a la Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo», que dirige Salvador Cuervo, y la soprano solista Yolanda Montoussé; y la «obertura» de «El tambor de Granaderos», de R. Chapí. Cierra el disco una selección de la zarzuela de F. Chueca y J. Valverde «La gran vía», interpretada por la Banda de Música de Gijón «Villa de Jovellanos», que dirige David Colado.