Los ganaderos de la región podrán ajustar al máximo sus costes de producción gracias al innovador sistema que ha desarrollado Central Lechera Asturiana (Clas) para hacer más rentable la producción. El tablero de gestión de la explotación lechera (TAGEL) es un mecanismo que la sociedad agraria de transformación pone a disposición de sus socios para que aprovechen mejor las ayudas recibidas y optimicen las inversiones que realizan. «No hay un tamaño óptimo para que una explotación lechera sea rentable, sino mejor o peor utilización de los recursos», indicó ayer el profesor de Economía y ex consejero de Agricultura Jesús Arango, en la presentación del estudio, en la sede de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), llena hasta los topes.

Los principales objetivos del TAGEL son conseguir una armonización de la metodología que se emplea para medir los costes de producción y homogeneizar la terminología que se utiliza para realizar esos análisis. En definitiva, un «nuevo sistema de toma de datos» que requiere tan sólo de dos visitas anuales de técnicos a las explotaciones para recopilar toda la información. Después, se emplean cinco tablas de medición que comparan los resultados de cada empresario con la media y, en base a eso, se le asesora con vistas a un aumento de rendimientos.

Los encargados de elaborar el informe estudiaron antes otros cinco modelos empleados por diferentes organismos, tres en España y dos en Francia. «Esto nos permitió comprobar que muchos sistemas de control tienen como objetivo fundamental obtener información sobre el coste de la leche como producto, quedando los resultados de la explotación en un segundo plano; mientras que, en otros casos, son los costes de producción como unidad productiva los que eran destacados», comentó Arango, en presencia de varios diputados regionales, el ex también consejero Aurelio Martín y la ex presidenta de la Junta María Jesús Álvarez. Unas deficiencias que se ha propuesto subsanar TAGEL analizando a la vez el excedente bruto de explotación y el coste de producción.

«Estamos hablando del sector que ha sufrido la mayor reestructuración de la economía asturiana, que cuenta hoy en día con unas 2.500 explotaciones que realizan una inversión media para costes de adquisición de unos 300.000 euros», expuso Arango. «Ha tenido un gran avance técnico, pero no ha ido acompañado de sistemas que midan la viabilidad», añadió.

Por su parte, el presidente de Clas, Bertino Velasco, destacó que el TAGEL «nos permitirá conocernos mejor y ganar el futuro». El consejero de Agroganadería, Albano Longo, pidió «mayor control de los costes», en un momento en el que «han bajado las materias primas». Y la máxima responsable de la Fundación para el Fomento de la Investigación Científica (FICYT), Ángeles Álvarez, instó a los ganaderos a «romper el tópico de que el sector primario vive al margen de la innovación».