Oviedo / Somiedo,

L. V. / M. Á. G. / J. A. O.

El alcalde de Somiedo, el socialista Belarmino Fernández Fervienza, considera «irreflexiva» la propuesta del Principado de reducir casi a la mitad el número de cacerías en las reservas de la región para, de esa manera, ahorrar en horas extraordinarias de los guardas de la Administración. Según explica el regidor, por lo que respecta a su concejo, y para los aficionados locales, el número de cacerías bajaría de 91 en 2011 a unas 58 en 2012 si la medida planteada en el último Consejo Regional de la Caza se hace efectiva. Y es que, a su juicio, la propuesta es «una locura, ya que el 40% del censo de rebecos de Asturias está en Somiedo y nos abocan a una guerra entre cazadores y ganaderos, ya que el aumento de las poblaciones de rebecos, jabalíes y venados incrementará los daños en las ganaderías». Se trata de una postura que está en consonancia con la de las sociedades.

Los representantes de la sociedad local de cazadores de Somiedo lamentan que el plan del Ejecutivo es «muy restrictivo», a la vista de que, según el último censo, Somiedo cuenta con más de 3.000 rebecos. En su opinión, «las posibilidades cinegéticas de este concejo están muy por encima de lo que propone el Principado».

Aunque es el más importante y llamativo, la posible reducción de cacerías en las reservas de la región no es el único motivo de fricción entre los cazadores y el Gobierno. José Manuel Rancaño asegura que a los aficionados tampoco les ha caído nada bien que la Administración quiera imponer que la ropa de seguridad de los cazadores sea fosforescente. A su juicio, «ahora es de color rojo, amarillo y naranja y va bien». Además, destaca que cada chaqueta cuesta 250 euros.