Oviedo,

Félix VALLINA

Los responsables de la Asociación de Criadores de Ponis de Raza Asturcón (ACPRA) todavía piensan que se trata de una broma. Según asegura el colectivo, a los propietarios de caballos que se crían en libertad -no sólo los de asturcones- se les está amenazando desde la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos, con multas que van desde los 6.001 hasta los 100.000 euros, por «exponer» a sus animales a los ataques del lobo. «Suena a risa. Por un lado se está tratando de fomentar la cría de las razas autóctonas, como es el caso de los asturcones, y por el otro quieren multarnos por hacerlo de la forma que siempre se ha hecho: en libertad. No tiene sentido, es como si te roban en casa y te ponen una multa por descuidarla», asegura David Martín, uno de los vocales de ACPRA y el destinatario «de una de las muchas» cartas de advertencia que les están llegando, según la asociación, a los ganaderos asturianos que tienen caballos.

La misiva dirigida a Martín -firmada por el jefe del Servicio de Sanidad y Producción Animal, Pablo García Garrido- dice, literalmente, lo siguiente: «Se le recuerda que como titular de la explotación ganadera es usted responsable del cuidado y manejo de sus animales, por lo que se le advierte de que, en el caso de seguir exponiendo a los potros al ataque de los lobos con la consecuencia de la muerte de los mismos, se le imputaría falta de cuidados de sus animales procediendo a abrir expediente sancionador por infracción muy grave (sanciones entre 6.001 y 100.000 euros)». Con esta carta y «con las de otros ganaderos» los miembros de ACPRA acudirán a la Consejería para pedir explicaciones sobre un hecho que consideran «indignante», sobre todo si se tiene en cuenta que los ganaderos sostienen que llevan desde marzo del año pasado sin cobrar las ayudas que se reciben por los daños del lobo. «La gestión del lobo ha de centrarse en el lobo, no en sus víctimas. Ellos son los que tienen que encargarse de hacerlo y no pagarlo con el ganadero, que se queda sin los caballos, sin el dinero y, encima, recibe este tipo de cartas», aseguró Martín.

Los miembros de ACPRA aseguran que el Principado les está tratando «como delincuentes»: «Nos acusan de maltratar a nuestros animales cuando no existe ningún informe que pueda demostrarlo. Y no lo hay porque nosotros nos pasamos el día en el monte vigilándolos para evitar que nos desaparezcan, porque si hay un ataque y no encontramos al animal para demostrarlo, no te lo pagan; y si lo encuentras habiendo pasado unos días, tampoco», explica David Martín, que se pregunta: «¿Cómo alguien puede pensar que exponemos a nuestros animales? Cuando a uno lo mata un lobo te pagan como mucho 990 euros y yo nunca vendo ningún adulto por menos de 1.200 euros. Además, los baremos son planos; si a mí el lobo me mata un ejemplar de buena genética o un campeón de raza me puede estropear un trabajo de muchos años pero me siguen pagando lo mismo».

ACPRA solicita una «rectificación urgente» de la Consejería y pide «que el peso de la gestión del lobo no caiga siempre sobre los ganaderos que lo sufren».