Oviedo / Pola de Siero,

J. ORDÓÑEZ / M. N. MORO

El frío y la nieve del viernes y el sábado dejaron paso ayer a una lluvia torrencial que dejó precipitaciones por encima de los cien litros por metro cuadrado en algunos puntos de la región. El centro y el oriente de Asturias permanecían anoche en situación de alerta por riesgo de inundaciones. El Gobierno del Principado, a través del 112, activó a las ocho menos cinco el plan especial para este tipo de fenómenos -aunque en su nivel más bajo- a la vista de la lluvia caída durante toda la jornada y de la evolución de los niveles de agua en los ríos Sella y Piloña.

Una de las situaciones más preocupantes se vivió en torno a las seis y media de la tarde en Cangas de Onís, cuando el cauce del río Sella, tras una vertiginosa subida, se situó por encima del umbral de alerta, con 6,50 metros de altura y una afluencia de agua de 500 metros cúbicos por segundo. Al cierre de esta edición ya no llovía y el nivel de las aguas había disminuido, aunque persistía por encima del nivel de riesgo. Preocupa el hecho de que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantenga hoy la alerta amarilla para la comarca de los Picos de Europa por riesgo de fuertes lluvias. En la estación de Panizales (Amieva) se recogieron ayer 54 litros por metro cuadrado.

La Aemet espera para hoy, en Asturias, cielo muy nuboso o cubierto, con precipitaciones débiles y localmente moderadas, especialmente en el tercio oriental. La cota de nieve estará en torno a los 1.000 metros, las temperaturas diurnas permanecerán sin cambios y las nocturnas en ascenso moderado.

Además de la comarca oriental, ayer varios concejos del centro de la región y algunos puntos de las comarcas mineras registraron también inundaciones. Es el caso de Belerda, en Caso, o del barrio entreguín de San Vicente, que ya se vio gravemente afectado por las inundaciones que sufrió Asturias en junio de 2010.

En Siero, una rápida y fuerte crecida del río Nora provocó, hacia las nueve de la noche, una inundación en la localidad de Santa Marina, que afectó especialmente a la vivienda del matrimonio formado por Hermenegildo González y Ana María González y sus hijos. El agua anegó la finca de la casa y todo el sótano. Los vecinos achacan la inundación a las obras de los enlaces de la carretera AS-17 y a la mala canalización del río. «Lo han estrechado tanto que el agua no pasa, se estanca más arriba y termina rebosando y nos invade la casa», señaló un vecino.

Las intensas lluvias ocasionaron incidencias en veintiuna carreteras, con cortes temporales por caídas de piedras, desprendimientos en laderas o pequeñas inundaciones. La mayoría se fue resolviendo a lo largo del día y otras eran atendidas al cierre de esta edición por los equipos de conservación de la Dirección General de Carreteras. Por lo demás, la nieve obligaba anoche al uso de cadenas en los puertos de Tarna, San Isidro, Ventana, Leitariegos, Cerredo y el Connio, así como en los accesos a Tuiza, en el concejo de Lena. Además, sigue cortada la carretera de los Lagos de Covadonga y la que va desde Tuiza a La Cubilla.

De acuerdo con los datos recogidos por la Aemet, la máxima de precipitaciones ayer en Asturias se registró en Aller, con 105 litros de lluvia por metro cuadrado. En las históricas inundaciones de junio de 2010 se alcanzaron los 199 litros en Taramundi.