Langreo / Mieres,

L. C. / C. M. B. / L. M. D.

Las comarcas mineras, especialmente la del Nalón, volvieron a verse ayer afectadas por el temporal. Durante la mañana los niveles de los ríos Nalón y Caudal crecieron de forma preocupante, lo que acabó por inundar zonas del Molín del Sutu (Langreo), El Condao (Laviana) y de Argame (Morcín). El barrio de San Vicente (El Entrego) siguió, por tercer día, anegado. Las dos familias desalojadas el lunes continúan fuera de casa. Las lluvias también afectaron a las carreteras. La incidencia más importante fue la caída de un argayo en la vieja AS-17, en la travesía entre Pola de Laviana y Barredos. La vía tuvo que ser cortada sobre las 15.40 horas.

Ocho bombas de extracción de agua trabajaron a lo largo de todo el día para impedir que el nivel de la inundación provocara daños aún más graves en el barrio entreguino de San Vicente. El presidente de la asociación de vecinos, Juan Moreno, explicaba a última hora que «el nivel del agua está empezando a bajar», pero esto no es suficiente para que las dos familias desalojadas puedan volver a casa. «Debe encontrarse una solución definitiva a este problema». En dos años San Vicente se ha inundado ya cuatro veces.

La suelta de agua en los embalses de Tanes y Rioseco provocó un gran aumento del caudal del Nalón. Aguas abajo, las primeras inundaciones se vieron en la vega de El Condao, donde decenas de casetas de aperos resultaron afectadas por la crecida. Pero, sin duda, los peores daños se los llevó el restaurante El Cañal, situado a la vera del río. Su propietario, Christian González (conocido por el programa «El gusto es mío» de TPA), contaba cómo «el agua tiene una altura de 50 centímetros dentro del establecimiento. Tengo un mar en el restaurante». «Esperemos que el nivel del río baje, arreglar los desperfectos y empezar de nuevo. Que vengan días mejores». También en Laviana, un argayo cortó la travesía entre Pola de Laviana y Barredos. En Langreo, zonas que en otras ocasiones se anegaban por completo, como el Molín del Sutu (La Felguera) también se vieron afectadas, pero en menor medida que otras veces. El paseo fluvial estuvo cortado en todo el concejo, y también se cortó el tráfico en el enlace entre La Felguera y Lada por la calle Ingeniero Fernando Casariego. En Caso y Sobrescobio las incidencias fueron menos importantes.

En el Caudal, los vecinos de Argame revivieron la inundación que les obligó a dejar sus casas en junio de 2010. El agua llegó en algunas zonas a los 50 centímetros. Es el caso de Avelino Fernández, que vio cómo su casa, poco a poco, volvía a inundarse. Asegura que «el polígono de Argame robó terreno al río» y que ahora sólo queda «aguantarse cada vez que llueve en condiciones». Resultaron afectadas unas 20 viviendas, pero, al cierre de esta edición, ningún vecino había dejado su casa. También se inundaron algunos bajos de Santa Eulalia y Parteayer. En Mieres, los trabajos se centraron en el bombeo de agua en el pueblo de Bustiello, donde finalmente no hubo que lamentar daños materiales, y hubo argayos en algunas carreteras rurales. La escombrera de Santo Tomás sufrió un argayo y, por precaución, la carretera de Los Valles permanece cerrada al tráfico.

En el concejo de Aller, el cauce se llevó parte de una escollera en Soto. Los accesos provisionales a la localidad, que dan paso a los vehículos pesados y de emergencias, quedaron inundados.