Oviedo, J. E. M.

La Confederación Asturiana de la Construcción (CAC) lanza, en el último número de su revista, una durísima crítica a la clase política asturiana, a la que acusa directamente de haberse convertido en un «agravante» de la crisis por su incapacidad para buscar un Gobierno estable. El adelanto electoral es, para el presidente de la CAC, Serafín Abilio Martínez, «una mala noticia y la constatación del fracaso de la política en nuestra región».

«Serán tres comicios en menos de un año, con todo lo que ello supone de paralización administrativa y económica; sin duda, demasiado en cualquier momento, pero mucho más en el entorno de una crisis galopante», afirma Martínez, que subraya: «Cuando más los necesitábamos, los políticos, lejos de convertirse en una solución del problema, se han constituido en agravante». El artículo del presidente de los constructores asturianos aún adopta un tono más duro para señalar: «A lo largo de estos ocho meses, todos los grupos políticos con representación parlamentaria, sin excepción, nos han brindado un espectáculo deplorable que resulta muy difícil de analizar sin la sensación de que sólo les ha interesado lo suyo. Y cuando digo lo suyo no me refiero sólo a intereses de partido, que también, sino incluso a otras cuestiones que tienen que ver con las filias y las fobias personales o con el tamaño de los egos». «Las miles de empresas cerradas, los 92.000 parados y, en definitiva, la gente nunca han guiado sus decisiones», afirma Serafín Abilio Martínez, para preguntarse luego: «¿Qué inversor va a venir a Asturias con este espectáculo?».

La patronal de los constructores demanda luego a la clase política que pida «perdón» y que se «ponga las pilas» para sacar a la región de una situación que considera «desastrosa».

«Hay que decir por qué hemos llegado a esta situación y, sobre todo, hay que comprometerse a que ello no se repita si tras el 25 de marzo se produce nuevamente un resultado en el que ningún grupo cuente con mayoría para gobernar en solitario», afirman los constructores, que añaden: «Señores políticos, pónganse las pilas y hagan lo que tengan que hacer para darle a esta región lo que necesita, aunque ello suponga la renuncia a sus intereses de partido y personales».

CAC calcula que la licitación de obra pública en Asturias cayó más de 1.173 millones de euros el año pasado, más del 78 por ciento respecto a 2010. Según la CAC, los más de 337 millones de euros que se han licitado en Asturias durante 2011 suponen el «peor resultado de la historia desde cualquier punto de vista». En 2011 también se dio el nivel más bajo de convocatorias de obra pública de la historia, un total de 398, frente a una media anual de 810 que se ha registrado durante las dos últimas décadas. Según la CAC, buena parte de la «mala evolución» de la contratación pública de 2011 se explica por la mala evolución del último semestre, período en el que se suele dar casi el 70 por ciento de las obras. CAC apunta directamente a la Administración central y la regional. A este escenario de baja licitación suman el anuncio de la pérdida de los fondos mineros.

«Los asturianos estamos indignados, defraudados, perplejos, confusos, desorientados y con la sensación de que hemos sido timados», sostienen los constructores, que destacan el fuerte aumento del paro, especialmente el del último trimestre de 2011. El editorial de la revista de los constructores ironiza sobre la capacidad de los políticos para corregir la situación tras la cita electoral del 25-M: «Se conseguirá la estabilidad, ya no habrá problemas (...). Todos vamos a ser felices». Luego añade: «Por favor, un poco de respeto. Ya está bien de insultar la inteligencia de los ciudadanos».

Los constructores temen que tras haber estado «al ralentí durante todo el año pasado», la situación siga igual en 2012. «No hace falta ser adivino para anticipar que seguiremos de brazos cruzados». «Estábamos en una crisis grave, pero ahora ya nos acercamos a la paralización».