Dolores de Cospedal aseguró ayer no tener constancia de que se hayan podido producir «presiones» por parte de los «barones» del PP contra una posible «acumulación de poder» por parte de ella y de su entorno, en relación a la nueva dirección del partido.

«No me han llegado esas sensaciones», respondió tajante la "número dos", quien añadió que se tiene que dejar llevar por «la extraordinaria relación» que tiene con ellos.

Cospedal, que eludió hablar de los problemas de corrupción, dijo que el PP es un partido «fuerte y unido» que va a renovar su dirección con el convencimiento de que tiene que servir de «correa de transmisión» entre el Gobierno, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y la ciudadanía. Ya en su intervención dirigió unas palabras de reconocimiento a Mariano Rajoy: «Te estoy muy agradecida por tu confianza, una deuda que siempre tendré contigo». La secretaria general no se olvidó de subrayar que el liderazgo implica integrar distintas sensibilidades.

Mariano Rajoy, por su parte, apostó por el cambio en Andalucía y, a su llegada al congreso, se mostró «absolutamente convencido» de que la región va a dar un «gran salto adelante» en las elecciones de marzo.

El Presidente expresó su apoyo total a Arenas y su confianza en Andalucía, una comunidad que tiene «un potencial enorme» y a la que le falta «un gobierno que deje hacer a los andaluces».