Oviedo, J. A. ARDURA

La gobernabilidad del Principado resultará igual de compleja que hasta ahora tras el 25-M. La configuración de un Gobierno estable en Asturias dependerá de los acuerdos que se alcancen. La derecha (Foro y PP) estarían por delante de la izquierda (PSOE e IU), con una mayoría absoluta muy ajustada. El partido de Roza Díez, UPyD, entraría en la Junta con un diputado. Éstas son las principales conclusiones del sondeo electoral elaborado por la empresa Ipsos Public Affairs para LA NUEVA ESPAÑA sobre las primeras elecciones autonómicas adelantadas en la historia de la comunidad autónoma.

El PSOE, según la encuesta, aventaja en prácticamente siete puntos porcentuales tanto a PP como a Foro Asturias, mientras que IU se refuerza como la cuarta fuerza del Parlamento asturiano, con dos diputados más respecto a mayo del año pasado. Los socialistas, pese a su victoria, podrían quedar relegados a la oposición, ya que los dos partidos de la derecha sumarían 23 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta, pero tres por debajo de los logrados el 22-M.

La encuesta, fruto de 1.300 entrevistas realizadas en las tres circunscripciones, refleja un voto de castigo a Francisco Álvarez-Cascos, que convocó elecciones anticipadas sólo ocho meses después de su investidura como presidente del Principado. Su partido perdería entre cuatro y cinco diputados, mientras que el resto de las fuerzas mejorarían o, al menos, igualarían los resultados que obtuvieron en mayo de 2011. El voto indeciso puede ser determinante, ya que se situaba en torno al 12% a poco más de quince días de una cita electoral que los asturianos afrontan con el paro y sus políticos como principales problemas y en la que se estima una participación alrededor del 65%.

El PSOE recuperaría la hegemonía perdida en la Junta General del Principado hace diez meses, cuando pese a ser el partido más votado contabilizó un diputado menos que Foro. Según Ipsos, la candidatura liderada por Javier Fernández obtendría quince diputados, un tercio de los cuarenta y cinco que componen la Junta General del Principado. Los socialistas, con una estimación de voto cercana del 29,5%, bajarían cuatro décimas respecto a los últimos comicios autonómicos.

El sondeo arroja unos resultados casi idénticos para las candidaturas que encabezan Francisco Álvarez-Cascos y Mercedes Fernández. El PP alcanzaría un apoyo del 22,6% de los votantes (11-12 escaños), mientras que Foro llegaría al 22,5% (también 11-12 diputados). Es decir, que ambos partidos se disputan el parlamentario que pondría por delante a uno u otro partido de la derecha. Álvarez-Cascos rozó el 30% del voto escrutado en los comicios de mayo de 2011, cuando se hizo con 16 escaños.

El PP, liderado ahora por Mercedes Fernández, mejoraría, según Ipsos, casi tres puntos con respecto a los resultados obtenidos por la candidatura encabezada por Isabel Pérez-Espinosa, lo que se plasmaría entre uno y dos parlamentarios más. Los populares quedarían lejos de reeditar la victoria de las pasadas elecciones generales en Asturias. De confirmarse esta previsión demoscópica, foristas y populares gozarían de una segunda oportunidad para negociar la gobernabilidad del Principado, tras haber sido incapaces de alcanzar acuerdos en la minilegislatura que ahora toca a su fin.

La candidatura continuista de IU, comandada por Jesús Iglesias, también mejoraría el resultado de las autonómicas de 2011, ya que con el 13% que prevé la encuesta se haría con seis diputados, dos más que ahora. Esto sitúa a los partidos de izquierda cerca del «empate técnico» con la derecha. Los socialistas y la coalición suman una estimación de voto del 42,5% (dos puntos y medio menos que foristas y populares), y 21 diputados, dos más que en mayo pasado y a sólo otros dos de la mayoría absoluta en el Parlamento regional.

Y en este escenario tan ajustado surge UPyD, que tras mejorar poco a poco sus resultados en Asturias se perfila por primera vez con opciones serias de entrar en la Junta General del Principado con su cabeza de lista, Ignacio Prendes. El partido de Rosa Díez, con un apoyo estimado del 3,8%, llega con vocación de ser determinante en el nuevo mapa de la política asturiana, abierto a múltiples escenarios.