Oviedo, M. J. IGLESIAS

El sector turístico asturiano mira ya con cierta esperanza a las vacaciones de Semana Santa. Lo refrendan las previsiones de ocupación para la Semana Santa con tasas que rondan el 75 por ciento, según datos de la patronal Hostelería de Asturias. Aunque el ritmo de reservas es ligeramente inferior al del año pasado por estas fechas, los empresarios confían en las llamadas de última hora para vender el máximo de plazas.

El porcentaje de reservas es muy similar al de 2011, a cinco días vista del puente festivo. El pasado ejercicio, la ocupación real final arrojó una media del 85% centrada en los días festivos y el fin de semana, una tendencia que se consolida, con estancias previstas entre tres y cuatro días de media.

Las casas de aldea siguen tirando de la demanda y son los únicos alojamientos con perspectivas de conseguir un lleno total, según fuentes de la asociación de empresarios de los Picos de Europa (Incatur). Un año más, los niveles más bajos de visitantes se esperan en los campings, que en 2011 apenas llegaron al 15 por ciento de ocupación. Los hoteles rurales de alto nivel tendrán más dificultades para llenar. En cambio, los establecimientos hoteleros de Oviedo, Gijón y Avilés lideran las ventas hoteleras.

Los empresarios matizan que la Semana Santa tampoco es significativa para calibrar lo que dará de si la temporada de verano, porque las cifras se refieren a un período muy corto que va del miércoles al domingo del puente festivo.

Y una vez más el perfil del grueso de viajeros que eligen Asturias será, previsiblemente, el de españoles de comunidades autónomas vecinas e incluso del sur de España, que llegan en coches privados y en muchas ocasiones combinan estancias en más de un punto geográfico de la región. En 2011, el turismo nacional ya supuso el ochenta por ciento del total de las pernoctaciones, con tres noches de media, con visitantes procedentes de Madrid a la cabeza, seguidos de turistas de Castilla y León, País Vasco, Cataluña y Andalucía.