Esta información ha sido elaborada por: M. J. IGLESIAS (Oviedo), L. PALACIOS (Gijón), M. MANCISIDOR. (Avilés), C. BASTEIRO (Mieres, Laviana)

«Asturias monumental», la obra coleccionable que LA NUEVA ESPAÑA regala sus lectores todos los domingos, desde ayer, ha sido recibida con auténtico entusiasmo por los lectores de toda la región. Buena prueba de ello es que las tapas, que se repartían con la primera entrega, se agotaron a última hora de la mañana en numerosos puntos de venta. El entusiasmo de los lectores, de Oriente a Occidente, quedaba patente una vez que abrían el periódico y hojeaban el primer fascículo, dedicado a Covadonga, a su historia y al conjunto de monumentos que se han sucedido allí hasta hoy.

«Asturias monumental» es un recorrido por la historia de la región a través de sus monumentos más destacados, que sirven como punto de apoyo para explicar el contexto social, económico e histórico en el que fueron levantados y el significado que tenían en ese período.

En Oviedo, Beatriz Setién y su hija Angélica Fernández se mostraron encantadas con la nueva iniciativa del periódico, tras comprar LA NUEVA ESPAÑA ayer, en el quiosco del Fontán que regentan Rosa García y Emilio Solís. «Tiene muy buena pinta, esta tarde lo veremos con calma», señalaron. Incluso añadieron que puede resultar muy útil como apoyo en los estudios. En términos similares se expresaron ayer en el estanco del Cristo clientas como Elena López y Tere Antuña, «fans» declaradas de todos los coleccionables del periódico. «Nos encanta esta nueva idea», afirmaron. Para Luis García de Tuñón, otro lector asiduo que suele adquirir el diario en el Fontán, la obra es «todo un acierto», según señaló.

«Una muy buena idea. LA NUEVA ESPAÑA siempre saca fascículos muy interesantes que ayudan a conocer la región sin esfuerzo». Así se pronunciaron los gijoneses Carlos López y Covadonga Muñiz mientras hojeaban la primera entrega de la colección «Asturias monumental», de la que destacaban las magníficas ilustraciones dedicadas a Covadonga. El éxito fue tal que «una clienta habitual vino expresamente desde su casa, con el día que hace de lluvia, porque su marido se había dejado olvidado el fascículo; se ve que está muy interesada en hacerse con toda la colección», indicó Elisabeth Ruiz, responsable del quiosco gijonés 7 Días. «La verdad es que he repartido muchas tapas, no sé si me alcanzarán al final del día», apuntó, mientras no paraba de despachar ejemplares de LA NUEVA ESPAÑA.

Matilde Iglesias, del gijonés Quiosco Acuario, veía menguar también las tapas del nuevo coleccionable. «Casi todo el mundo está interesado en la colección, así que tengo que sacar más del almacén; casi me he quedado ya sin ellas», señaló la quiosquera a media mañana. Los lectores tampoco pasaron por alto el bonito diseño de las tapas.

También en Gijón, Roberto Estévez, por su parte, se mostraba muy satisfecho con la colección. «Conocer nuestros monumentos de forma gratuita con el periódico siempre está muy bien», aseguró el gijonés quien confesó que siempre se fija en los fascículos, «porque están muy bien editados».

En Avilés, el empresario avilesino Francisco Fernández, lector habitual de LA NUEVA ESPAÑA, ponderó la calidad del nuevo coleccionable. El hostelero extremeño al frente del bar Mitreo en Sabugo, destacó que es un gran aficionado a los temas históricos y que, en su caso, conocer la historia de Asturias le permitirá ampliar su información sobre la región. «Aunque no he tenido tiempo de leer el primer fascículo, me ha parecido un texto interesante y entretenido, por lo que haremos la colección», sentenció.

Los lectores de LA NUEVA España en las Cuencas tampoco se quedaron atrás en elogios a «Asturias monumental». Desde primera hora de la mañana, la céntrica librería y quiosco de la plaza del Mercado de Mieres recibió la visita de decenas de vecinos entusiasmados con la primera entrega y las tapas. «Me parece una idea sensacional», aseguró José Alfredo Fraga tras conseguir su ejemplar. Además de mejorar el conocimiento de los asturianos sobre los monumentos, «nos ayudará a saber de nuestra historia y a valorar lo que tenemos porque, si no le damos nosotros para arriba, nadie se va a ocupar de defenderlo». De la misma idea fue José Fernández, que se dio prisa en ir a su punto de venta habitual para conocer la nueva iniciativa editorial. «Creo que lo terminaré, porque soy un gran seguidor de las colecciones del periódico», señaló.

En el Nalón, Tamara Peláez, propietaria de una sala de juegos con despacho de prensa en Laviana, también empezó a repartir pronto el coleccionable. La mayoría de los clientes decidió empezar la colección «porque se ve muy interesante». Manuel Barbón fue uno de los lavianeses que recogieron las tapas y el primer fascículo «porque quiero conocer mejor mi tierra», comentó.