Oviedo, J. A. O.

El espectacular sobrecoste de la variante ferroviaria de Pajares aumenta sin cesar y hace palidecer los acumulados por el superpuerto de El Musel (251 millones) o el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (90,5 millones). Suma 1.341 millones de euros.

Si las últimas comunicaciones del Gobierno de Rodríguez Zapatero fijaban el año pasado el coste de toda la actuación en 3.006 millones de euros, los Presupuestos Generales del Estado que acaba de presentar el Ejecutivo de Mariano Rajoy elevan la previsión económica hasta los 3.199 millones. Es decir, que en sólo unos meses, el gasto previsto para el nuevo acceso ferroviario a la región se incrementa en 193 millones de euros, una vez decidido que abrirá al tráfico en ancho internacional y no en el de Renfe, lo que encarece el proyecto.

Con estos números, la Variante costará, al menos, 1.341 millones más de lo anunciado por Francisco Álvarez-Cascos, como ministro de Fomento, cuando, en febrero de 2004, colocó una simbólica primera dovela de la Variante. Lo hizo apenas un mes después de haber anunciado en Oviedo su retirada de la política y ya en puertas de las primeras elecciones generales ganadas por Zapatero, quien presidió el inicio oficial de la excavación de los grandes túneles bajo la Cordillera, de 25 kilómetros de longitud cada uno de ellos.

La enorme complejidad técnica de los trabajos, los cambios que se han introducido sobre la marcha en el proyecto y las complicaciones técnicas sobrevenidas explican en muy buena medida el enorme desfase económico acumulado por la Variante. En 2004, la nota oficial del Gobierno con motivo de la instalación de la primera dovela informaba de que el coste del proyecto iba a ser de 1.858 millones de euros. Cinco años después, con los túneles ya excavados, el presupuesto se había incrementado hasta los 2.399 millones de euros, con lo que el desfase superaba ya los 500 millones de euros.

El pasado año, y tras tener que hacer frente a una serie de graves problemas de filtraciones de agua al interior de los túneles, que todavía no están del todo subsanados, el Gobierno cifraba el coste de la obra en 3.006 millones de euros. Eran casi cien millones más de lo consignado en los Presupuestos Generales del Estado de 2011, donde el total de la actuación se fijaba en 2.905 millones de euros.

La variante ferroviaria no sólo suma un espectacular sobrecoste, sino, también, un enorme retraso sobre las previsiones. En un primer momento, Zapatero fijó su apertura para 2009, plazo que se fue retrasando paulatinamente, al tiempo que las obras iban languideciendo tras la apertura de los grandes túneles. El calendario que maneja ahora el Ministerio de Fomento es que el trazado abra al tráfico ferroviario dentro de dos años.