Oviedo, J. A. ARDURA

La convocatoria de elecciones anticipadas obliga al coordinador general de IU, Cayo Lara, a echar «horas extra» en Asturias. El diputado manchego confía en que la movilización de los ciudadanos obligue al Gobierno de Rajoy a introducir cambios en la nueva reforma laboral, «el mayor ataque a los derechos de los trabajadores», y cree que el 25-M puede marcar un punto de inflexión a favor de la izquierda. Lara repasó la actualidad política, nacional y regional, durante su reciente visita a Oviedo y La Felguera:

l Expectativas de IU en Asturias. «El Gobierno de Cascos y el PP han dado un bofetón a la sociedad asturiana al ser incapaces de aprobar un Presupuesto. Es el momento de que la sociedad asturiana reaccione. IU en Asturias ha tenido coherencia: aprovechó sus responsabilidades de gobierno para poner en marcha políticas que, por ejemplo, han evitado que mucha gente caiga en la marginación social. La clave en esta nueva campaña electoral está en que la gente entienda que la alternativa debe llegar por la izquierda».

l Las obras pendientes. «Esta región sufre ya incumplimientos de decenas de años en infraestructuras. El Presupuesto general de 2012 va a estar marcado por los recortes y perjudicará la culminación de las obras pendientes en Asturias. Por eso, el Gobierno de Rajoy retrasará los Presupuestos del Estado hasta que pasen las elecciones de Asturias y Andalucía».

l Incertidumbres sobre Arcelor. «Hay que tener memoria histórica. Con la privatización de Ensidesa se cometieron errores de bulto que ahora propician que estemos ante el riesgo de una posible deslocalización. Los sectores estratégicos de la economía deben volver a manos del Estado. Puede parecer una utopía, pero han sido del Estado y si no se hubiera privatizado Ensidesa no estaríamos con este problema a la vista. Hay que defender la viabilidad de la empresa y pensar en rescatar actividades estratégicas para el sector público».

l Reforma laboral y huelga. «A nadie le gusta una huelga general. La pretensión es que el PP pare la reforma laboral y dé marcha atrás. Hay que propiciar una toma de conciencia en una amplia mayoría social que, con su movilización, manifestará el grado de repulsa a las medidas adoptadas contra la clase trabajadora. Los cambios que se puedan realizar en la tramitación de esta reforma llegarán más por la presión de la calle que por la correlación de fuerzas en el Parlamento. Serán decisivas la capacidad de movilización de los sindicatos y la voluntad de los ciudadanos de participar en la calle».

l La izquierda ante la crisis. «Esta crisis es responsabilidad de la derecha económica financiera internacional, no de la izquierda. En España esta crisis se agudizó porque un Gobierno presumiblemente de izquierdas, el de Zapatero, realizó una política de derechas que decidió supeditar la democracia a la dictadura del mercado y de los banqueros. Y a partir de ahí hicieron pagar los platos rotos a los trabajadores. La alternativa debe venir de las políticas de izquierda que no crearon la crisis ni la especulación».

l Alternativas al tijeretazo. «Hacen falta políticas radicalmente distintas. Primero hay que luchar contra el fraude fiscal consentido por los gobiernos. No es de recibo que las empresas defrauden 60.000 millones de euros. Y otros 30.000 millones de euros se defraudan de las relaciones laborales a través de la economía sumergida. El déficit se podría compensar con la lucha contra el fraude. La alternativa tendría que haber venido por la vía de resituar los impuestos. No puede ser que en España las rentas del trabajo paguen cuatro veces más impuestos que el beneficio del capital».

l El «caso Urdangarín». «La justicia española se la juega en el "caso Urdangarín". Espero que además de cumplir con sus responsabilidades penales, si las tuviera, devuelva hasta el último euro a las arcas de la Hacienda pública. ¿Se protegió desde la Casa Real algún supuesto delito de Urdangarín? Si al final se condena al señor Urdangarín, estamos hablando de un posible delito por parte de la Jefatura del Estado, y eso es muy grave».