Hace unos días, en un chat electoral, alguien con una cierta debilidad por el candidato de Foro le preguntaba a Álvarez-Cascos: «¿Cuál es el secreto de tu carisma sin límites?». A lo que el líder de FAC respondió incluso. Tal parecía que admitía la afirmación implícita en esa cuestión forista y desaforada. Dijo: «No lo sé, pero pienso que reconocer los límites es el camino más seguro para superar los obstáculos y, como me reconozco muchos límites, tal vez eso me haya ayudado a seguir mi propia trayectoria».

¿Conoce realmente Cascos, el de ilimitado carisma, sus límites? Él dirá que sí, pero igual no. Tal y como se están moviendo las cosas en la Audiencia Nacional con la trama «Gürtel», acaso Cascos debería de hacer un nuevo deslinde en lo relativo a asuntos de corrupción. Sobre todo, en lo que atañe a su amigo y ex subordinado Luis Bárcenas, responsable de finanzas del PP cuando el actual líder de Foro era secretario general de los populares. Puesto que Bárcenas ha vuelto a ser imputado en este caso de cobro ilegal de comisiones millonarias, no estaría de más tentarse un poco la ropa y evitar ponerse a tirar la primera piedra de la pureza, creyéndose libre del pecado que él imputa a otros.

Y esto viene a cuento por los últimos movimientos en la investigación sobre la red de Correa y, también, por lo que dijo Cascos el día en que se levantó parcialmente el secreto de sumario del «caso Marea», la red de corrupción en el seno de la Administración regional en tiempos de Areces, una noticia que LA NUEVA ESPAÑA adelantó en exclusiva.

El secreto de sumario se levantó de manera parcial justo al inicio de la campaña autonómica de 2011 y sobre ese asunto Cascos dijo: «Hay una responsabilidad directa de esos autores, unos, por responsabilidad política "in eligendo" y otros, "in vigilando"». Luego explicó el latinajo: «Las personas que han designado, elegido y controlado jerárquicamente al señor Riopedre, a la señora Otero y a la funcionaria Renedo aún no han dado explicaciones», indicó en referencia a Areces, al que citó a continuación. Y en ese lanzamiento de piedras, Cascos también apuntó a la oposición, ejercida entonces por el PP. Así que añadió: «Y la labor "in vigilando" es de la oposición, que no ha ejercido su papel, en una entente cordial donde no te molesto en la Junta General del Principado, no sea que te moleste yo en el Ayuntamiento de Oviedo».

Ha pasado un año desde aquellas declaraciones de Cascos. La instrucción del «caso Marea» continúa, aunque el juez ha declarado que su intención es concluirla en los próximos meses. La instrucción del «caso Gürtel» también sigue abierta y ahora la marea judicial está llegando de nuevo a Luis Bárcenas para determinar qué hizo en sus tiempos de tesorero del PP. Recuerden: el PP, ese partido donde llamaban a Cascos «general secretario», pues no se movía ni un alma sin permiso del secretario general, que era él.

Por todo ello, ¿por qué no volver a utilizar el latín que Cascos habla y aplicar el mismo criterio para analizar este nuevo contexto judicial de la «Gürtel»? ¿De quién es ahora la responsabilidad "in vigilando"? ¿Quién tiene que dar explicaciones ahora por su actividad "in eligendo"? Para los que no sepan los latines que el líder de Foro sabe: ¿tiene responsabilidad alguna Cascos por la imputación de Bárcenas, al que defendió a capa y espada y que, además, trabajaba a sus órdenes? Si Cascos se aplicase sus mismos razonamientos, la respuesta sería afirmativa, sin duda.

Cuando la marea sube, lo hace en todo el litoral. En todos los países. Incluso en Correa del Norte.