Oviedo, J. A. ARDURA

El futuro Gobierno del Principado depende de los pactos políticos, pero también de un recurso judicial contra la legalidad de 332 votos, que resolverá en cuestión de días la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia Asturias. Los magistrados deben dilucidar si el envío directo de esos tres centenares de papeletas a la Junta Electoral provincial, sin pasar por la oficina consular, es motivo suficiente para anular el escrutinio de más de 2.500 papeletas que cumplieron todos los requisitos y, lo más importante, la proclamación de diputados que significó un empate a 22 escaños entre las izquierdas (PSOE e IU) y las derechas (Foro-PP) con UPyD como árbitro.

Foro recurrió la proclamación definitiva de escaños tras perder un acta de diputado a favor del PSOE en el occidente asturiano. El partido de Francisco Álvarez-Cascos argumenta que 332 de esos votos no cumplen la ley Orgánica de Régimen Electoral General, en lo referente a que fueron enviados directamente por los emigrantes a la Junta Electoral en Asturias cuando debían haber sido remitidos a las embajadas o consulados.

El quid de la cuestión es que esos 332 votos con «una irregularidad no invalidante», según la Junta Electoral Central, se mezclaron con el resto de sufragios que cumplían todas las exigencias para sumar un total de 2.863 papeletas. Las papeletas irregulares suponen, pues un 11,6% del total de las recibidas, pero lo que ya nunca se podrá saber es cuántas de ellas correspondían a la circunscripción occidental, la única que podía modificar el reparto de escaños fijado en el escrutinio de la noche electoral del 25-M.

Los magistrados deberán valorar si esas 332 papeletas tuvieron alguna incidencia en el reparto definitivo de escaños del Occidente, donde el PSOE obtuvo un tercer diputado a costa de Foro, que se quedó finalmente en uno, mientras que el PP logró dos. Los socialistas arrebataron ese escaño a Foro por un margen de 52 votos. Un acta de diputado que, además, resulta determinante porque en caso de ir a parar a Foro garantizaría la mayoría absoluta a los partidos de la derecha, sobre todo tras el acuerdo de investidura alcanzado esta misma semana con el PP a instancias de Mercedes Fernández.

Dado que se desconoce el número de votos irregulares que correspondían a la circunscripción occidental, donde está en disputa el escaño que trae en jaque a Foro y al PSOE, tan sólo queda el recurso a la probabilidad matemática en función de los porcentajes de voto.

La gran mayoría del voto emigrante correspondió a la circunscripción central, concretamente el 59,62, mientras que el resto, se repartió casi por igual, entre la occidental y la oriental. Si se aplica esa misma proporción entre los 332 votos que Foro considera irregulares, al igual que el magistrado González Rivas -quien emitió un voto particular a la desestimación de la Junta Electoral sobre el recurso de Cascos-, cabe deducir que sólo unos sesenta y seis corresponderían a la circunscripción occidental, una cifra demasiado baja, hablando, claro está, en términos de probabilidad, para tener alguna incidencia en el reparto final de escaños y en la pérdida de un diputado para Foro.

El partido de Cascos, que pide ahora ante el TSJA la anulación de todo el voto emigrante, no solicitó el escrutinio por separado de las 332 papeletas objeto de controversia, una medida que, de haberse llevado a cabo, hubiese evitado este nuevo enredo.