Villoria (Laviana),

Ana Paz PAREDES

«En las Cuencas tenemos unos recursos paisajísticos que están infravalorados y son muy desconocidos para muchos asturianos. Aquí viene gente del Sur, de Madrid, y de otros sitios de España, y alucinan. Todo esto tenía que estar mucho más promocionado». Así se manifiesta Bárbara Canteli, que, junto con Pablo Reguera, dirige desde hace cinco años y en Villoria (Laviana) la empresa de turismo activo El Trasgu la Fronda, en el valle del Nalón y el parque de Redes. Ella es natural de La Paraína, y él, de Laviana. Son dos jóvenes sobradamente preparados que, en su lugar de origen, han puesto en marcha unas actividades que les permiten quedarse en el pueblo al que pertenecen.

Bárbara Canteli, ya desde muy joven, viajó primero a Francia, Inglaterra y a Alemania, donde residió un tiempo y, a la vez que trabajaba, iba aprendiendo idiomas. Tras unos años formándose en el extranjero decidió establecerse en su tierra, pero siempre con un trabajo relacionado con el turismo y obtuvo el título de técnico de Actividades Deportivas en el Medio Natural. Por su parte, Pablo Reguera, ingeniero técnico de minas en la especialidad de explotaciones electromecánicas, también y mientras trabajaba en una empresa de reciclaje, obtuvo la especialización en explotación de minas. «Entonces logré un empleo en la minería privada y, al tiempo que trabajaba, estudiaba y obtuve el grado de Ingeniería de Mina y Recursos Energéticos. Fue entonces cuando, con el nuevo título en la mano, me quedé en paro», recuerda, y añade «en aquella época conocí a Bárbara y me metí con ella en este mundo del turismo activo».

Ambos saben que nada es fácil, sin embargo tienen una fe ciega en las posibilidades del entorno en el que viven. Organizan actividades para todas las edades y gustos, desde paintball, a comer un buen cordero a la estaca en un merendero privado; diversos tipos de excursiones; barranquismo, rutas en 4x4 o la ruta cultural del escritor Armando Palacio Valdés, entre otras.

Creen que empezar de cero, en el campo, es muy difícil pero también que partiendo de poco se pueden lograr objetivos. «Nosotros estamos en casa pero no paramos un instante. Hay que trabajar mucho y todo el año, no parar de tener ideas y creer en ellas. Hay que buscar siempre la diferenciación», dice Bárbara.

Pablo Reguera, por su parte, anima a la gente que quiere volver al pueblo buscando otra oportunidad a «que lo intenten, eso sí, si tienen que empufarse toda la vida, entonces y dados los tiempos que corren, que no lo hagan. En el campo hay que trabajar mucho y muy duro para salir adelante. Si se quiere vivir en el paraíso, es lo primero que hay que tener muy claro antes de emprender cualquier cosa».