Gijón, Selene ALONSO

La tradición se apoderó ayer del stand de LA NUEVA ESPAÑA desde primera hora de la tarde gracias a los grandes clásicos asturianos. Todos ellos fueron entonados por los profesores y alumnos de la Escuela de Gaitas del Pravianu, que precisamente toma su nombre de uno de los dos maestros que rigen dicho centro, Vicente Prado Suárez, a pesar de que nació en Viella, concejo de Siero, que precisamente es donde se ubica la escuela. Con él, también estaba Iñaki Santianes, que actualmente lleva casi todo el peso del centro, al que acuden más de medio centenar de alumnos. De ellos, la mitad actuó ayer en el puesto ferial de este diario, donde el público se aglutinó para disfrutar del sonido de sus gaitas y tambores.

Las clases tienen lugar todas las tardes e incluso los fines de semana. «En realidad, nuestros horarios se adaptan a las necesidades de la gente», explica Santianes. Por eso, la escuela abre incluso en verano. «En julio o agosto, algunos aprovechan las vacaciones para dar clases de gaita», asegura Prado. Ambos llevan con este trabajo desde 2001 y lo hacen a las mil maravillas. «Tenemos algunos alumnos de León y Valladolid que vienen un par de días a la semana», afirma el Pravianu, a lo que Santianes añade entre risas que «incluso tenemos un alemán».

Después de ellos, se lanzó al ruedo para entretener al público el cantante Carlos Castro, que lleva dedicado a la música unas tres décadas, lo que le ha servido para consagrarse en el mundo de la canción. «Entiendo perfectamente a Julio Iglesias cuando dice que cuando empezó no sabía cantar. Con el tiempo vas cogiendo "tablas", ganas confianza y formas en la garganta una especie de callo que te permite aguantar mucho más. En definitiva cantas mejor», asegura. Y eso fue lo que demostró durante su actuación, que fue todo un éxito a tenor de la ovación que logró.

Hace mucho tiempo que Castro no saca ningún disco. Por eso, ahora considera que es tiempo de plantearse un nuevo trabajo. «Ahora me centro más en el directo y en promocionarme, pero ya me han propuesto grabar dos discos», explica. Pero como dice, ahora se centra más que nada en el trabajo cara al público, para promocionarse. «Yo ya he llegado al tope, ahora lo que tengo que hacer es mantenerme», remata.