Oviedo, M. J. IGLESIAS

El Gobierno de Asturias considera insuficiente el informe remitido por la compañía HC el pasado 30 de julio sobre el vertido de fuel de la central térmica de Aboño a la ría del mismo nombre, que afectó a playas de varios municipios asturianos y cántabros un mes antes. El Ejecutivo entiende que la eléctrica obvia datos relevantes sobre el siniestro y le ha dado veinte días de plazo para presentar una larga lista de datos complementarios sobre las medidas de seguridad de la central, el estado de la costas y el plan para restaurar el medio ambiente.

El pasado 26 de junio, un vertido de unas diez toneladas de fuel procedente de una tubería de la central de Aboño ocasionó una marea negra en el litoral de Carreño, cuyas playas se cerraron varias semanas tras localizarse restos de combustible. Los restos de hidrocarburos se extendieron después a otros arenales de la región. Tras valorar el informe presentado por HC ante la Consejería de Fomento, el Principado hizo ayer públicas las conclusiones del comité de expertos que evalúa los daños, y de las que se desprende que la compañía tendrá que acreditar un plan antivertidos de la central térmica, con un estudio detallado del estado de escolleras y estructuras de defensa que defina las estrategias de actuación para evitar que esas áreas puedan ser fuente permanente de aportes de fuel, según se desprende de los requerimientos realizados.

Los expertos reclaman que la documentación se complete con estudios adicionales sobre la cuantificación y evaluación de los daños causados por el accidente. Esos datos deberán utilizarse para confirmar, en su caso, el diagnóstico realizado de la magnitud del suceso y en la identificación de los recursos y servicios afectados. A partir de esas conclusiones, HC deberá completar el programa de medidas de recuperación y restauración ambiental que ya ha sido elaborado.

LA NUEVA ESPAÑA intentó ayer sin éxito contactar con la compañía para que aportara su versión. El consejero delegado de HC Energía, Miguel Stilwell, sí recalcó el pasado julio que la entidad asumiría la responsabilidad social y ambiental por el escape y subrayó ese compromiso con las tareas de limpieza y restauración medioambiental que la compañía adoptó desde el primer momento.

Entre los «deberes» puestos por Fomento figura la ampliación de la zona de estudio en la que se deberán incluir todas las playas y entornos de Asturias en los que ha detectado la llegada de fuel, y no sólo la comprendida entre el nuevo dique del puerto de Gijón y la playa de San Pedro de Antromero, área a la que se refiere el estudio actual. En esas zonas tendrá que realizarse una recopilación de los datos de recogida de fuel y las labores de investigación necesarias para determinar su grado de afección, así como las medias de recuperación y restauración ambiental que se adoptarán. Además, la analítica propuesta por la empresa para determinar la calidad del agua del mar deberá ser más exhaustiva y completarse con el análisis del bentos, algas, fitoplancton y nutrientes y sedimentos, atendiendo a lo establecido en la directiva marco de agua y en el decreto correspondiente, para su comparación con los datos disponibles, teniendo en cuenta las métricas y los puntos de muestreo establecidos para ese fin en la metodología de muestreo en las aguas costeras asturianas.

El Gobierno también estima necesario valorar el grado de afección actual de los pedreros incluyendo a las comunidades de organismos que habitan en el fondo de los ecosistemas acuáticos. HC tendrá que muestrear el fuel para obtener su estado de degradación, cuantificar aproximadamente la superficie realmente afectada y medir los grosores y valorar la presencia de combustible fuel enterrado bajo los pedreros o bajo las zonas de gravas y cantos. A la eléctrica, que se enfrenta a una sanción millonaria, se le reclaman estudios detallados de diferentes ecosistemas, entre ellos un informe de las zonas de tierra sometidas al ritmo de las mareas, según técnicas del Instituto Español de Oceanografía. A la retahíla de requerimientos, se unen nuevos muestreos, a marea baja, del agua, dada la posible liberación de algunos elementos solubles.