Trasmonte (San Martín de Oscos), T. CASCUDO

Al pequeño Óscar Castelao el fuego le ha dejado sin su paraíso particular. Este niño de 8 años vive en el diminuto núcleo de Trasmonte, en San Martín de Oscos, que fue la población que más cerca tuvo el incendio que arrasó casi 300 hectáreas en el concejo, Grandas de Salime y Santa Eulalia de Oscos, en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Terras de Burón. El 112 dio ayer por la mañana por controlados los dos focos (uno detectado en Galicia y que quemó alrededor de 130 hectáreas de Grandas de Salime y el segundo, detectado en Nonide y que arrasó alrededor de 140 hectáreas de los Oscos), aunque a Óscar nadie le devolverá su tesoro.

Cuenta su madre, Tania Álvarez, que la noche del jueves el pequeño pasó auténtico miedo al ver las llamas desde la ventana. «Si pillo al que fixo esto...», decía ayer sin parar. Óscar inspeccionó con su padre, Amador Castelao, los montes de los alrededores durante toda la jornada, quejándose del intenso olor a humo y de lo «feo» que ha quedado el paisaje.

«Además de pasar miedo, da mucha pena e impotencia. No sabes qué hacer, piensas en tu casa, en el ganado del que vivimos, en los niños pequeños...», relatan los padres del niño, que nunca habían visto el fuego tan cerca de su casa. Hace dos días, los vecinos de Trasmonte pasaron la noche en vela, colaborando con los servicios de extinción y evitando que el fuego se metiera en el pueblo. Una situación similar a la que han vivido desde el miércoles otras localidades cercanas como Nonide, en Santa Eulalia, o La Coba y Trabada, en suelo grandalés.

Para tratar de controlar los focos del fuego, el Principado dispuso de alrededor de cien efectivos que trabajaron sin descanso con la ayuda de diferentes vehículos de Bomberos de Asturias y el Ministerio de Medio Ambiente. El primero de los fuegos se dio por controlado a las 06.23 horas de la mañana y el de Nonide, a las 11.09 horas. No obstante, los incendios aún no se dan por extinguidos, ya que el calor, el viento y lo escarpado del terreno podrían contribuir a reactivarlos.

La consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez, y el director general de Justicia e Interior, José Luis Villaverde, visitaron ayer la zona para evaluar los daños. La mayor parte de la superficie quemada es arbolado y monte bajo en el entorno del río Agüeira. Además del valor ecológico, también han quedado arrasadas plantaciones de pino de cinco a veinte años de gran valor económico. La Consejera dice que es difícil cuantificar con precisión las pérdidas, pero aseguró que cualquier incendio «es siempre un desastre». En todo caso, dada la sequía, pidió a los vecinos que extremen la prudencia y la prevención: «Los incendios suponen una gran pérdida de recursos y muchos riesgos».