Grado, Eloy MÉNDEZ

El orgullo local y regional ennobleció ayer el acto de entrega de la vigésima edición de los premios «Moscones de oro», que la Asociación «Amigos de Grado» concedió a LA NUEVA ESPAÑA y al cineasta Julio de la Fuente. La capilla de los Dolores se quedó pequeña para acoger un evento esencial en la villa. El consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez, puso a este diario como «ejemplo de periodismo bien hecho, un valor asturiano que nos universaliza y, por tanto, nos hace mejores». El presidente del colectivo organizador, Javier Prada, expresó su deseo de que el galardón sea «un estímulo para alcanzar cotas aún mayores». Y el poeta Fernando Beltrán, encargado de hacer la presentación del rotativo, lo definió como «el periódico de casa».

Las alocuciones estuvieron precedidas por una recepción a los premiados por parte del alcalde, Antonio Rey, en el Ayuntamiento, y un posterior pasacalles hasta la capilla, comandado por la Banda de Gaitas «Ciudad de Oviedo» y seguido desde las aceras y los balcones por decenas de vecinos. En representación de LA NUEVA ESPAÑA acudieron el consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica (EPI) y director general del periódico, José Manuel Vaquero; el director general de EPI, grupo al que pertenece esta cabecera, José Luis Rodríguez Artime; la directora del diario, Ángeles Rivero; el gerente, Eduardo Suárez, y el subdirector Evelio G. Palacio. De la Fuente acudió acompañado por su esposa, Magdalena Llerandi, su hija, Cristina, y otros familiares.

El primero en tomar la palabra fue el consejero de Presidencia, quien destacó que LA NUEVA ESPAÑA, galardón en la categoría «nacional e internacional», se hizo merecedora de este reconocimiento porque «la buena información empieza a ser hoy un bien preciado y sólo cuando no la tenemos nos damos cuenta del valor de que sea veraz y responsable». «Que un periódico con 75 años cumplidos mantenga esta vitalidad social es motivo de orgullo y alivio», prosiguió. «Reconocer la labor de este diario es blindar la calidad de nuestra convivencia y confiar en un porvenir mejor para todos los asturianos», finalizó. A Julio de la Fuente, premiado en la categoría local, lo calificó como «un constructor de sueños, que lleva el nombre de su tierra allá donde va su obra».

La intervención de Javier Prada estuvo marcada por el espíritu reivindicativo que caracteriza a la Asociación «Amigos de Grado», impulsora de numerosas actividades culturales en su concejo. El presidente censuró sin tapujos la construcción de numerosos equipamientos con dinero público, durante los años de bonanza, que actualmente están infrautilizados. Y contrapuso «estos desatinos» a la falta de apoyo político para levantar un teatro-auditorio anexo al antiguo Colegio Sagrado Corazón, actual sede de la Escuela de Música. «Nuestro pecado debe haber sido que nunca gobernó el mismo partido en el municipio y en el Principado», señaló. Tras denunciar el actual colapso de la Casa de Cultura, ubicada en el Palacio de Valdecarzana, propuso que «se descuenten partidas presupuestarias para todos los concejos que recibieron en demasía fondos públicos inútiles para sufragar nuestro proyecto y otros indebidamente desatendidos hasta ahora». Acto seguido se confesó, pese a las críticas, votante socialista.

Uno de los momentos álgidos de la ceremonia llegó con las palabras que Fernando Beltrán dedicó a LA NUEVA ESPAÑA y que fueron recompensadas con una prolongada ovación. El poeta identificó, con palabras exquisitamente seleccionadas, la función social del diario con la vida cotidiana de los asturianos. «Entraba cada mañana junto a la leche y el pan, que así es como llegó a muchos pueblos y rincones de nuestra tierra. Un periódico compartido por la gente, como ocurre cada mañana en los bares de Asturias, convertidos en apasionadas salas de lectura donde casi hay que pedir la vez porque todos quieren alcanzar su trozo repartido de actualidad y de vida», aseguró.

«Aunque quizá sea todo mucho más sencillo y LA NUEVA ESPAÑA se haya limitado tan sólo a cumplir su deber que, como decía -el filósofo- José Antonio Marina, es en primer lugar informar de lo que ocurre, pero inmediatamente después colaborar para formar la gran memoria social, que es otra manera de nombrar a la cultura», prosiguió. «Y es que, al fin y al cabo, Asturias entera ha hablado y latido desde este periódico. Hoy celebro la cartilla donde aprendí a leer y a soñar despierto, de la misma manera que celebramos ahora en este acto la deuda y el reconocimiento de toda Asturias hacia este diario», continuó. Y concluyó como había empezado, con una original reseña dedicada a la rendija inferior de las puertas, por donde entraba el periódico cada mañana en su casa de la niñez. Por donde entraba «el mundo entero».

Ángeles Rivero intervino a continuación para agradecer el premio y las «bellísimas y emotivas palabras» de Beltrán. LA NUEVA ESPAÑA «es, objetivamente, un éxito de los asturianos», como demuestra el hecho de que, editado en una región que apenas supera el millón de habitantes, se mantenga entre los ocho diarios de información general más leídos del país con una media de 360.000 lectores diarios, sostuvo la directora. «Precisamente porque Asturias es nuestra razón de ser y los asturianos, nuestros auténticos propietarios, recibimos con tanta satisfacción este "Moscón de oro". Quienes hacemos LA NUEVA ESPAÑA, periodistas, gestores y técnicos, nos sentimos muy orgullosos, pero el premio corresponde, en realidad, a nuestros lectores, sin cuya confianza y apoyo jamás hubiéramos llegado hasta aquí. Con expresiones de afecto tan gratificantes como ésta, constituyen ustedes nuestro mayor estímulo», añadió.

El cierre corrió a cargo del Alcalde, en nombre de toda la Corporación, representada por concejales de los diferentes partidos, que ocuparon parte de las butacas de la capilla, donde también estuvieron, entre otros, el delegado de Defensa en Asturias, Baldomero Argüelles; la presidenta regional de Cruz Roja, Celia Fernández; el presidente del Centro Asturiano de Oviedo, Alfredo Canteli, y el investigador Amador Menéndez. «Los asturianos sabemos que las grandes noticias, pero también el día a día de nuestra tierra, tiene su reflejo y su eco en LA NUEVA ESPAÑA, destacando también su gran red de corresponsales, que nos cuentan día a día lo que pasa a través de las distintas ediciones», destacó Rey. Una aplaudida actuación del Ochote «Asturias», que finalizó con el himno regional, puso el broche al acto, al que siguió una comida en el Hotel Palacio de La Magdalena de Soto del Barco.