Los líderes de un pueblo pueden ser más o menos brillantes, tener cinco carreras universitarias o la licenciatura que da la vida en la calle, estar más o menos acertados en sus decisiones. Pero en cualquier caso deben dar ejemplo a sus ciudadanos y no atrincherarse en sus poltronas para disfrutar sus privilegios mientras el resto sufre las acometidas de la crisis.

El Presupuesto de la Junta General del Principado para el año próximo parece indicar que los políticos asturianos no están dispuestos a asumir los sacrificios que piden al resto de los ciudadanos.

Los diputados se bajaron el sueldo y renunciaron a la paga extra de Navidad, igual que exigieron a los funcionarios. Lo mismo hicieron con las nóminas de sus asesores. Y también redujeron la asignación a los grupos parlamentarios.

Pero, maravillas de la política, en un moderno milagro de los panes y los peces, tras bajar los sueldos de los diputados y sus asesores y la aportación a los grupos parlamentarios, la Junta General gastará el año próximo en financiar a los políticos nada más y nada menos que 650.000 euros más que lo presupuestado en 2011.

El «milagro» en realidad no tiene nada de milagroso. Simplemente aumentaron los diputados que cobran sueldo, los asesores de esos diputados (hasta el punto de que hay más ayudantes que legisladores) y el número de grupos parlamentarios.

Imagínese que usted quiere recortar gastos y decide tomar un café en un bar donde lo sirven diez céntimos más barato que el habitual, pero luego se toma dos y un pincho. Pues algo así es lo que han hecho los políticos de la Junta General.

Eso sí, después de casi dos años de peleas continuas que dejaron a esta región sin Presupuesto y obligaron a repetir las elecciones autonómicas porque era imposible que nadie pactase nada con nadie, ayer PSOE, Foro, IU y UPyD apenas tardaron unos minutos en ponerse de acuerdo en defender sus emolumentos. Luego dirán que eso es liderar una región.