Oviedo, M. PALICIO

El Gobierno ha incluido la línea férrea Gijón-León entre los trayectos de media distancia considerados de «obligación de servicio público» que seguirán siendo financiados por el Estado y se librarán de la tijera del plan de racionalización del transporte ferroviario. La continuidad de los convoyes de Renfe que cruzan la Cordillera hasta León estaban en el aire en la reforma de la media distancia y la insinuación de una posible supresión del servicio había generado reacciones adversas de parte de distintos colectivos. El Consejo de Ministros aprobó finalmente ayer su mantenimiento aclarando que el criterio general de selección utilizado consiste en preservar las líneas con un aprovechamiento superior al quince por ciento, «aunque también podrán declararse de obligación de servicio público», apunta Fomento en un comunicado, «algunas en las que éste se sitúe entre el diez y el quince teniendo en cuenta variables de cohesión y vertebración territorial». 3.231 viajeros usaron la línea Gijón-León el año pasado.

La consejera de Fomento del Principado, Belén Fernández, exteriorizó ayer la satisfacción del Gobierno regional por haber visto atendida «una reivindicación que trasladamos al Ministerio». A la espera de más detalles sobre las nuevas condiciones del servicio, y habida cuenta de que el Ejecutivo central no excluye «la mejora de horarios o el uso de trenes más pequeños», Fernández aventura que «probablemente se esté planteando prescindir de algunas circulaciones semanales y de algunas paradas. Será algo que el Ministerio tendrá que concretar en los próximos seis meses», avanza, «y aspiramos a que este esquema final dé la mayor cobertura y satisfacción social a las necesidades de movilidad de la zona». La Consejería aguarda a recibir toda la información antes de emprender un análisis exhaustivo, pero impone la necesidad de «combinar eficiencia, racionalización y defensa a ultranza de la rentabilidad social». Fomento había llegado a plantear como alternativa a la supresión del tren Gijón-León que los Alvia a Madrid compensasen el servicio perdido haciendo paradas en los pueblos del entorno de Pajares. Usuarios habituales, sobre todo de la zona entre Pola de Lena y el puerto, habían protestado, algunos con los argumentos de que la línea sería rentable si funcionase como un exprés en lugar de como un cercanías o de que es el único tren que permite salir de Asturias con bicicletas.

A través del plan de reordenación ferroviaria, el Gobierno espera acumular un «ahorro progresivo» que alcance en 2015 los 51 millones de euros anuales en costes directos. Entre las medidas de ajuste que afectan directamente a Asturias, el Ministerio confirma, además, que con la inminente integración de Feve, que hará efectiva oficialmente el próximo martes, Renfe asumirá desde ese día la prestación de servicios en todas las líneas asturianas de vía estrecha. Fomento, no obstante, se marca como plazo los seis primeros meses del año, hasta el próximo día 30 de junio, para decidir exactamente qué líneas de Feve están sujetas a la consideración de «obligación de servicio público» y se salvarán, por tanto, de un eventual recorte de trayectos.

También se deja la puerta abierta a que las comunidades autónomas puedan suscribir con Renfe un contrato para hacerse cargo de las líneas excluidas. En ese caso, precisan fuentes del Ministerio, el Gobierno regional deberá asumir la financiación del déficit de explotación del servicio.