Oviedo, Eduardo GARCÍA

Los sindicatos docentes salieron ayer de la Mesa Sectorial de Educación echando humo. Se confirmó en ella el tijeretazo veraniego para los aproximadamente 2.400 profesores interinos que trabajan en Asturias. A partir de este año sus contratos laborales finalizarán con el curso, es decir, el 30 de junio, y no se volverán a activar hasta el inicio del curso 2013-14, en la primera quincena del mes de septiembre.

Hubo escaso margen de negociación. La medida estaba planteada por la administración educativa dentro del plan económico y financiero del Principado de Asturias y supondrá un ahorro de 10,2 millones de euros, una cantidad muy importante a costa del colectivo más vulnerable de la educación asturiana.

Por retratar el paisaje habitual del colectivo: 420 interinos menos que en el curso pasado, según datos del sindicato ANPE; 700 interinos a media jornada, y un alto porcentaje de ellos en destinos profesionales alejados. Como sus colegas funcionarios docentes también ellos se han quedado sin paga extra de Navidad y con la reducción general de su salario.

En ese entorno, el parón veraniego de contrato hace daño, aunque no fuera ninguna sorpresa. La Mesa Sectorial, donde la Administración tiene mayoría, oficializa una decisión tomada de antemano. Una decisión «injusta, innecesaria y muy perjudicial para el colectivo de funcionariado interino que viene realizando su trabajo al igual que el resto de docentes», señalaba ayer el sindicato FETE-UGT, que «exige» a la Consejería de Educación que retire la propuesta y prorrogue el contrato.

La postura tiene su argumentación porque los interinos cobraban su sueldo en verano desde 1988 gracias a los acuerdos de la Administración con determinados sindicatos. FETE-UGT habla de «derechos reconocidos y consolidados».

SUATEA, por su parte, recuerda que es el colectivo de interinos el que sostiene buena parte del sistema educativo asturiano, con especial protagonismo en el entorno rural. «La medida afecta a un 25% de la plantilla docente en Asturias, que ya vive una situación precaria», concretada en las ya referidas medias jornadas, pero también, señala el sindicato, en el sistema de itinerancia. En algunos casos, itinerancia a media jornada.

El despido veraniego de los interinos es, a juicio de ANPE, «una medida meramente economicista, que supone la suspensión de varios acuerdos». Los sindicatos van al unísono con la asamblea de interinos en los argumentos, aunque no se produzca el mismo acuerdo a la hora de materializar en la calle el malestar por los agravios. Ayer hubo concentración de interinos en Oviedo y la continuación de las movilizaciones se decidirá en una próxima asamblea del colectivo, auspiciada por el sindicato SUATEA, tras las vacaciones de Semana Santa.

El problema del parón contractual no se reduce sólo a los salarios, sino que al profesorado interino asturiano no se le reconocerán esos dos meses a efectos administrativos, ni la antigüedad a efectos de trienios y sexenios.

Los interinos se preguntan «¿qué ocurre con aquellos alumnos de profesorado interino que no aprueben en junio?». La respuesta es que «no podrán ser examinados ni evaluados en septiembre por el profesor que a lo largo del curso les ha impartido clase».

Será, señalan estos docentes interinos, el profesorado en plantilla quien tenga que corregir las pruebas. «Consideramos que la situación es suficientemente grave y los motivos expuestos tienen el peso necesario para que la Consejería recapacite». Pero la suerte parece estar echada. La medida tiene la misma duración que el plan económico y financiero, es decir, hasta 2014. Nace, por tanto, con vocación temporal, aunque será la crisis la que decidirá.

La consejera de Educación, Ana González, anunció, por otra parte, ayer en su comparecencia en la Junta General del Principado un esfuerzo de dotación del profesorado de Orientación Educativa en Primaria para atajar y reducir ese 19,4% de abandono escolar temprano que tiene Asturias, cinco puntos menos que la media española, pero trece puntos más que la media europea. El objetivo, acercarse al 10% de abandono en 2020.