Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

La autopista de alta montaña del Huerna sólo estuvo cerrada al tráfico dos horas y media este invierno, el más frío y con un mayor nivel de precipitaciones de los últimos 82 años. En concreto, la vía de peaje entre Asturias y León que gestiona Aucalsa tuvo clausurada la circulación por espacio de una hora y media el día 28 de noviembre de 2012, después de que un camión quedara atravesado en la calzada en medio de un temporal de nieve, y otra hora más a mediados de este mes, a causa de una fuerte ventisca en la Cordillera.

A pesar de la crudeza meteorológica, Aucalsa consiguió prestar un servicio superior a lo previsto para vías como el Huerna en situaciones meteorológicas muy adversas. En concreto, los datos de la empresa señalan que la autopista mantuvo este invierno 3.224,5 horas de paso sin ningún problema, lo que supone el 99,5% del total de una campaña que se inició en noviembre y en la que se registraron 13 horas de tránsito restringido para vehículos articulados. «Estamos satisfechos por el balance», subraya el asturiano Eduardo Arrojo, director general de Aucalsa.

La empresa hace una valoración positiva del resultado de la campaña, sobre todo por las condiciones especiales de una autovía de alta montaña en la que, debido a los 17 túneles que hay entre León y Campomanes, no está permitido el uso de cadenas para circular. En consecuencia, contrariamente a lo que sucede en puertos como el de Pajares, en el Huerna se va directamente del nivel amarillo, que restringe el paso de vehículos pesados, al negro, que conlleva el cierre, sin pasar por el rojo, que permitiría el paso de vehículos ligeros con cadenas.

La primera nevada de la temporada en la autopista cayó el 27 de octubre. Fue el punto de partida para un invierno muy duro. Baste decir que en el Huerna nevó en 17 de los 28 días de febrero o que en el presente mes de marzo se alcanzaron temperaturas de 11 grados bajo cero en la calzada, lo que obligó a utilizar productos fundentes especiales, más potentes que la sal tradicional, como el cloruro cálcico. Los temporales dejaron espesores máximos de nieve superiores a los dos metros, con acumulaciones de 81 centímetros en sólo 24 horas.

Aucalsa afrontó la temporada con 20 máquinas quitanieves equipadas con GPS, cuchilla, tolva y distribuidor de fundentes; dos máquinas dinámicas fresadoras y tres vehículos todoterreno de intervención rápida, equipados con cuchillas y depósitos de salmuera. Además, usó tres palas cargadoras y dos manipuladores telescópicos. La empresa llegó a movilizar a 65 empleados entre mecánicos, conductores, palistas, técnicos y operarios del centro de control en las principales nevadas. También integraron estos dispositivos los agentes de Tráfico que patrullan habitualmente por la autopista.

Según los datos facilitados por la empresa, los camiones quitanieves hicieron este invierno en la autopista un total de 148.215 kilómetros, frente a los 57.540 del anterior. Además, se consumieron casi 11 millones de kilos de fundentes, por los 3 millones de la pasada campaña.