Oviedo, M. J. IGLESIAS

El precedente más inmediato de una subasta del campanu fuera del día inaugural de la temporada se remonta a 2009. Aquel año, el primero en el que se comenzaba a vislumbrar la dura crisis económica, la captura correspondió a la caña del praviano Gonzalo Álvarez Rodríguez, que lo pescó en el Narcea, en Puente Quinzanas, una de las zonas «talismán» para los ribereños.

El ejemplar, con un peso de 10 kilos y 93 centímetros, se vendió entonces a un restaurante ovetense por la cantidad de 8.500 euros, casi la mitad de los 14.500 euros desembolsados en 2008 por un salmón de 4,9 kilos. Tal como están las cosas, y una vez perdida la expectación de la jornada inaugural, parece poco probable que el campanu de 2013 obtenga los 6.000 euros alcanzados el año pasado, aunque la última palabra la tendrán los hosteleros que acudirán a la puja.

El retraso en la fecha de la subasta restó afluencia de pujadores al acto. Asistieron siete de los once restaurantes que se habían acercado el domingo precedente a la localidad salense de Cornellana a esperar por el primer ejemplar. Algo parecido ocurrió en la campaña recién inaugurada.