La aplicación de la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) en Asturias, a partir de 2015, dejará en la región el nivel de ayudas actual -unos 63 millones de euros anuales en pagos directos-, según indicó ayer en Oviedo el director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Carlos Cabanas. El nuevo modelo, basado en el pago por hectárea, en principio perjudica a la región, con terrenos que tienen menos privilegios históricos que los de Andalucía o Extremadura. Para compensar las pérdidas, el Principado contará con subvenciones específicas ligadas a las producciones de carne y leche, como anunció Cabanas y como piden tanto las organizaciones profesionales como la consejera de Agroganadería del Gobierno autonómico, María Jesús Álvarez.

Tanto la Consejera como los representantes de los sindicatos y el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, se reunieron ayer con Cabanas en Oviedo para abordar las nuevas líneas de la PAC, aprobada en Luxemburgo el pasado mes, para el período 2014-2020. El reparto de las subvenciones se hará en base a la división ya existente de España en más de 300 comarcas, de las que diez corresponden a Asturias, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA.

Las cabeceras de esas grandes zonas en las que se divide la región y que abarcan varios municipios son Belmonte de Miranda, Cangas del Narcea, Cangas de Onís, Gijón, Grado, Llanes, Luarca, Mieres, Oviedo y Vegadeo. Cada una engloba a un grupo de concejos con características comunes en terrenos y producciones. El Ministerio las usará para calcular el importe de la ayuda media para llegar en 2019 al grado de convergencia que marca Bruselas. Nadie cobrará menos del 60% de la media, ni perderá más del 30% de las ayudas que venía percibiendo, siempre que sus pagos anuales superen los 1.250 euros. La medida no afectará al 30 por ciento de los más de 10.000 perceptores asturianos de las ayudas de la PAC que no superan ese importe y al 46% del total de España. Las llamadas «ayudas acopladas» saldrán del sobre nacional español, dotado de 637 millones de euros, cuyo reparto debe decidir el Ministerio.

Cabanas entiende que es el modelo más adecuado. «La comarca como agregación de municipios con las mismas características agronómicas es la mejor aproximación a las realidades agrarias de nuestro país. Y, dentro de cada comarca, se distinguirían cuatro tipos de superficies cultivadas, cultivos herbáceos de secano, de regadío, cultivos permanentes y pastos», aseguró ayer. El responsable ministerial explicó que los cálculos servirán, además, para corregir desfases. La delimitación definitiva de las regiones será uno de los resultados del acuerdo que el Ministerio pretende alcanzar este mismo mes con las comunidades y las organizaciones. El director general señaló que, a pesar de que la propuesta de la comisión era contraria a los intereses españoles, el acuerdo alcanzado recoge la práctica totalidad de las reivindicaciones españolas y permitirá centrar los apoyos en la agricultura profesional. El Gobierno central abordará en septiembre la situación concreta del sector lácteo que, a diferencia del azúcar, no ha conseguido salvar las cuotas más allá del año 2015.