Investigadora de la Universidad de Oviedo

Estefanía Costa Rama forma parte del equipo de investigadores de la Unviersidad de Oviedo capitaneado por el catedrático de Quimica Analítica Agustín Costa. A pesar de su juventud, la especialista, que ayer participó en una jornada sobre nanotecnología, posee un largo recorrido en el ámbito científico. El pasado mes de marzo su equipo finalizó el desarrollo de un inmunosensor que detecta de forma precoz la celiaquía a través de una gota de sangre. Ahora el proyecto que tienen en marcha pretende dar con un test que reconozca de forma prematura el alzhéimer.

-¿Cómo va a ser el funcionamiento del inmunosensor para la detección precoz del alzhéimer?

-El prototipo final será una placa de tres centímetros de largo en la que tú puedes depositar una gota de líquido cefalorraquídeo. Medirá una series de marcadores por separado y dará tres señales, una para cada biomarcador. El proyecto ideal sería poder realizar esta muestra con suero sanguíneo. Es decir, que con una gota de plasma se pudiera obtener el resultado. Si llegásemos a tener el prototipo final, el inmunosensor podría llegar a ser como un análisis de glucosa. El sistema sería muy fácil y a la vez barato, de alrededor de unos dos euros. Lo que se pretende hacer es que si la persona tiene síntomas de principios de alzhéimer, por muy hipotéticos que sean, se realizaría este ensayo. El objetivo es que este tipo de test se haga en los centros médicos de carácter rutinario.

-¿Se podría llegar al extremo de que este análisis fuese equiparable a un examen?

-Sí. El deseo es que sea como un análisis de glucosa o como un test de embarazo. Lo que se quiere conseguir es que la persona que posea algún síntoma de tipo alzhémico no tenga que acudir a un laboratorio específico para poder hacerlo. Sería una prueba de rutina.

-¿A partir de qué edad se podría realizar este test?

-La edad no sería un inconveniente. Por ejemplo, si una persona con 40 años tiene síntomas de principios de esta enfermedad, se podría someter a este test. La prueba no sería determinante, pero sí podría encauzar a los médicos respecto a la persona que está siendo analizada. En caso de que el resultado diese positivo, los facultativos podrían seguir haciéndole pruebas, como por ejemplo un escáner para determinar si sufre esta enfermedad o no.

-Los investigadores de la Universidad de Oviedo han desarrollado una prueba para detectar la celiaquía a través de una gota de sangre. ¿Existen semejanzas entre ambos inmunosensores?

-Sí existirán parecidos en la base en cuanto la experiencia que tiene el grupo encargado de la investigación sobre los electrodos que se usan y la marca final que da la señal. Después, los anticuerpos son diferentes evidentemente. No es lo mismo un anticuerpo que determine la celiaquía que un biomarcador del alzhéimer.

-¿Qué ventajas supondría para el paciente diagnosticar de forma precoz el alzhéimer?

-Si lo puedes detectar con antelación, se podrían aplicar los fármacos que existen hoy en día.

-¿Habéis desarrollado el estudio con personas?

-No, todavía no. Aún estamos en una fase inicial.

-¿Y se piensa realizar a corto plazo?

-Estamos trabajando en ello todavía. Por ello se necesita aún bastante tiempo para desarrollar el producto final. Una vez que estemos seguros de que el inmunosensor esté listo, se aplicará a las personas. Pero todo necesita su tiempo.

-El coste del inmunosensor no será elevado. ¿Su comercialización estaría orientada para que lo comprasen hospitales o pacientes?

-Esto depende de la empresa que adquiera su patente. Puede que sea viable, que cada paciente pueda llevar a su casa la prueba y realizársela. Pero lo ideal sería que en los centros sanitarios hiciesen esta prueba.

-¿Qué expectativas de futuro tiene el equipo de investigación con el sensor?

-Lo que queremos es que el proyecto, que aún está en pañales, salga adelante. Y, poco a poco, ir pidiendo los permisos a los hospitales de la región para poder aplicar el estudio a todos los pacientes que lo soliciten.