Tras los nombres tradicionales de «Maximina» y «Maruxa» se esconden sendas alubias que pueden marcar el futuro del sector. Porque así han denominado los técnicos del Serida a dos nuevos tipos de faba mejorada genéticamente, que tienen una resistencia natural a la antracnosis, al virus del mosaico común y al virus necrótico del mosaico común, que afectan de manera frecuente a los cultivos de la faba tipo granja, además de mostrar cierta tolerancia al oidio. Además, son fabas más precoces, lo que reduce el riesgo de pérdidas por las lluvias al final de la cosecha.

«Son variedades nuevas, con apenas dos años en el mercado y poco conocidas, aunque proceden del tipo andecha, que está muy extendido entre los productores», explica Guillermo García, técnico del área de experimentación y demostración agroganadera del Serida, y que junto a Juan José Ferreira, responsable del Programa de Genética Vegetal, llevó el peso de la exposición.

Pese al atractivo de estas nuevas variedades, cuyo delicioso sabor pudieron comprobar ayer los numerosos productores desplazados a Argüelles en una cata ciega, Guillermo García augura una implantación limitada de estas variedades, al menos por el momento: «La IGP de Faba Asturiana sólo incluye fabas trepadoras, por lo que la "Maruxa", que tiene crecimiento determinado, no entraría».

No obstante, el técnico del Serida sí ve factible una mayor proliferación del acolchado como método de cultivo en los próximos años: «Facilita el control de la maleza y reduce de manera considerable la mano de obra».