Un sonoro abucheo, un coro de silbidos y unos aplausos tímidos fue la respuesta de los delegados del cónclave socialista cuando Ignacio Sánchez Amor hizo mención a la inclusión del apoyo a la Monarquía en el nuevo ideario del PSOE. Los socialistas, pese a su tradición republicana, sostienen que el sistema monárquico era el más adecuado para afrontar la transición, y añaden que ahora seguirán respaldándolo, porque no ven "otra alternativa" viable. Eso sí, la conferencia política socialista exige que la institución monárquica actúe bajo los principios de "mayor austeridad, mayor transparencia y más eficacia". Esta conclusión ha sido la única del nuevo ideario socialista que ha suscitado el rechazo de una buena parte de los miembros de la conferencia política.